Toluca
La dirigencia del PRD en el Estado de México considera que el gobierno mexiquense, que encabeza el gobernador Alfredo del Mazo Maza, debe iniciar una auditoria a los recursos que la administración del ex mandatario Eruviel Ávila Villegas destinó a la operación de los 22 centros preventivos ubicados en territorio estatal.
Por medio de un comunicado, el líder Omar Ortega se refirió a la operación de grupos delictivos al interior de las prisiones mexiquenses e indicó que la ciudadanía debe tener claridad del gasto aplicado, pues tan sólo en 2016 la administración de Ávila erogó mil 999.8 millones de pesos, según la Cuenta Pública de ese año.
Este gasto, agregó, correspondió al programa de Prevención y Reinserción Social, que incluye el gasto destinado a la operación institucional para la prevención y reinserción social, así como a la seguridad penitenciaria.
Propuso que además de la auditoria que debe instrumentar la Secretaría de la Contraloría y el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México, la Secretaría de Seguridad debe crear un marcador electrónico, donde diariamente se puedan conocer los registros de la población penitenciaria en cada una de las cárceles estatales.
El también diputado federal del PRD recordó que de inicio la estadística histórica de sobre población que presentan las cárceles estatales es un factor en contra, pero también obliga a las autoridades mexiquenses a actúar con la mayor transparencia.
Ortega lamentó que entre 2006 y 2016, la sobre población penitenciaria prácticamente no ha bajado, lo cual ilustra que los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila Villegas no instrumentaron una política pública efectiva en materia de prevención y reinserción social.
Con cifras del sexto y último informe de Ávila, el dirigente del PRD mexiquense señaló que en 2006 la población penitenciaria era de 19 mil 726 internos y en 2016 ya ascendía a 25 mil 723 personas.
"El incremento en esos 10 años es de 5 mil 997 internos, lo cual representa un 30.4 por ciento".
Asimismo, en 2006 había 10 mil 68 camas en cárceles estales y para 2016 crecieron a 13 mil 125; es decir, 3 mil 57 camas nuevas, que significan también un 30.3 por ciento, sin embargo, el rezago histórico no pudo revertirse.
