Toluca/Estado de México
Gibrán Ramírez Reyes es aspirante a dirigir los destinos de Morena en el país, frente a un líder del Congreso federal, Mario Delgado, o un legendario Porfirio Muñoz Ledo que busca ser el único político que tenga en su haber el liderazgo de tres partidos nacionales (PRI, PRD y, quizá Morena). El joven Gibrán ha sido una sorpresa para propios y extraños. Hay quienes lo consideran un fenómeno político-mediático, pero él asegura que los fenómenos son sus contrincantes.
En entrevista para DigitalMex, dijo que está haciendo todo para ganar a esos “poderosos políticos” y rescatar al partido de la emergencia en que se encuentra actualmente (rumbo a las elecciones 2021). “Es poco el tiempo que tenemos, ya tendríamos que estar avanzados en la organización, pero confío en que hay mucha base dispuesta a participar, solamente que ha sido excluida de las decisiones y reprimida en sus deseos legítimos de reactivación… me enfoco en triunfar para devolverle a morena a las bases obradoristas y al pueblo de México”.
Consideró que ha habido una respuesta tan entusiasta de algunos sectores en su aspiración. “Si hemos crecido muy rápidamente en las encuestas es porque las demás candidaturas se parecen bastante entre ellas. Se parecen en que no tienen un programa discutido con miles de compañeros; en que responden a grupos que se han estado disputando el poder en el partido desde hace tiempo; en que han dejado de mirar a las bases más allá de un pequeño círculo que militaba en algunas ciudades y creían que hacían toda la vida orgánica; entonces eso animó a mucha gente a participar, a muchos inscritos en el partido y otros simpatizantes”.
PARA REELEGIRSE DEBEN PARTICIPAR EN PROCESO INTERNO Y SER EVAUADOS
Se refirió la decepción que hay de Morena en algunos ámbitos, sobre todo en el municipal, en buena parte del país, por las malas administraciones que han hecho. “La necesidad de hacernos cargo de nuestros cargos electos. La sensación de que hemos dejado solo al Presidente de los múltiples ataques que hay, y el desconcierto y la zozobra de cómo vamos a distribuir las candidaturas”.
Está claro que morena va a ganar, sostuvo confiado, una forma es como lo hicimos en 2018, pero aquellos que no cambiaron, que siguieron con sus muchas mañas políticas, muchos que no han gobernado bien, ahora se tienen que ir. Morena se tiene que volver una marca de decencia y para eso tiene que postular a los mejores y los más decentes cuadros que tenga o a los que estén en la sociedad civil.
Gibrán Ramírez dijo que no se puede detener a nadie en sus afanes de reelección “es evidente que nos van a ganar en tribunales si les impedimos participar en un proceso interno, porque constitucionalmente tienen derecho a aspirar a un cargo político ahora que ya hay reelección”.
Pero especificó “Yo diría que hay que aceptarlos en el proceso interno, pero todos los que hayan tenido una responsabilidad, deben ser evaluados bajo los compromisos que hicieron y los valores del partido, y si no cumplieron con ellos, si no se apegaron al no mentir, no robar y no traicionar al pueblo, a la austeridad republicana, no tienen ningún derecho de aspirar a la relección y debe ser desechado en el proceso interno bajo esa evaluación”. De tal manera que no impediremos que participen en un proceso, bienvenidos, agregó, pero sométanse a la evaluación de su tarea. Creo que muchos no pasarían en varios municipios del Estado de México y del país.
Y fue más allá: Todos aquellos que no gobernaron bien, que no cumplieron con los principios deben irse de Morena. Hay quienes nunca se afiliaron, pero les dolerá más que no se les permita la relección.
EL PARTIDO FUE ABANDONADO
Ramírez Reyes reconoció que el partido fue abandonado, y no se implementaron acciones para tener una estructura fuerte, “como que nos quedamos congelados el día después, de ese 2018. Se supone que teníamos que renovar la dirigencia, pero como había tanto revuelo, tanto desorden, con los que se iban al gobierno federal, se aplazó, y en ese aplazamiento dio espacio para la lucha de facciones, que desde entonces han estado pensando en este proceso electoral interno porque morían de ganas de ser ellos los que repartieran los saldos del triunfo, las candidaturas, los puestos y los presupuestos”.
“Entonces se enfrascaron en eso, hablaron de consejos, de congresos de quorum, de estatutos como si fueran escrituras sagradas y dejaron de hablar del país y del pueblo. Y desde luego la organización electoral se dejó. La mayoría de nuestros coordinadores distritales, o por lo menos una buena parte, se fueron al gobierno federal a cumplir la encomienda que el pueblo nos dio y los que se quedaron se hacían ya repartiendo candidaturas.
“Entonces sí que se abandonó el partido entre facciones que se sentían dueñas y que querían que entre más cerrado estuviera, era mejor. Cerrar los padrones, cerrar oficinas, hizo que Morena se distinguiera en estos dos años por esa cerrazón y la desconexión con la gente.
Aseguró que Morena abandonó a Andrés Manuel. Recordó el episodio en que Ramírez Cuéllar le llevó la contra y le pidió prácticamente suscribir toda la agenda del Consejo Coordinador Empresarial. Dar fin a la austeridad, endeudarse, distribuir esa deuda entre empresas, algo contrario a nuestro programa histórico. Ese fue le punto máximo de alejamiento del partido de ese espíritu lopezobradorista, que va más allá de la gestión actual del presidente; son una serie de principios y de programas que hemos generado muchos que hemos participado en este movimiento desde hace 15 años o más.
AMLO Y SUS NIVELES DE APROBACIÓN
EL aspirante a dirigir Morena dijo que si bien hay decepción social de un sector, el presidente mantiene niveles de aprobación superiores a 60 por ciento en la peor crisis económica que se haya vivido en las dos últimas décadas; tiene mucho apoyo, pero falta generar programa estatal y municipal. Hacer la cuarta transformación desde los estados y los municipios, es ahí donde se tiene que trabajar para regenerar la confianza de la gente.
“En lo estatal y lo municipal es donde han fallado las cosas para Morena en la cuarta transformación. En lo federal hemos cumplido, el presidente ha avanzado en el cumplimiento de 95 de los 100 compromisos que estaban en la agenda histórica. En algunas otras cosas podría haberlo hecho mejor, el partido podría haberlo hecho mejor, por ejemplo en la relación con el movimiento feminista de México, se tiene que abrir, tiene que impulsar a las mujeres, que todos los colectivos feministas se conozcan y empujen una agenda para que tengan representación política y no pasen cosas como la de la CNDH”.