Estado de México
En el Estado de México los maestros celebrarán su día vacunados o en el proceso de recibir el biológico contra el Covid-19. Para la mayoría, regresar a las aulas es "un sueño", dicen que extrañan a sus alumnos, el olor de los plumones (pintarrones) y hasta la risa de sus estudiantes dentro del aula.
El reto, dijeron, es que al regresar a clases presenciales, logren recuperar el tiempo; poner al corriente a la totalidad de los estudiantes y aprovechar cada minuto en la escuela, pues coinciden en que no es lo mismo trabajar a distancia, sobre todo en especialidades que requieren supervisión o grados escolares como el preescolar, que deben supervisar su desarrollo.
En la entidad, hasta el año pasado estaban registrados en la nómina 122 mil 168 maestros en el sector central y 104 mil 28 en el auxiliar, que en total suman 226 mil 196 plazas, de las cuales 200 mil 850 son docentes.
Del total, 139 mil 392 son maestros de plaza jornada y 61 mil 458 de hora clase, que prestan sus servicios en diversas escuelas públicas en la entidad y reciben su salario del erario público.
Esta cifra de docentes imparten clases a 557 mil alumnos de Preescolar, 1 millón 840 mil alumnos de Primaria y 891 mil alumnos de Secundaria. Además 460 mil alumnos del nivel superior.
Para los maestros entrevistados por DigitalMex, impartir clases durante la pandemia por Covid-19 fue un proceso de sorpresas, porque debieron actualizarse y ser creativos para mantener la atención de sus alumnos, además reconocieron que niños, jóvenes, padres de familia pusieron todo el empeño para continuar en clases, pese a las adversidades. “Fueron momentos difíciles, la tecnología, los distractores y en algunos casos, las responsabilidades como padres.
Cintia Méndez Esquivel, es profesora en el Centro de Enseñanza de Lenguas de la UAEMéx desde hace 15 años, además es madre de dos niños. Dijo que es muy difícil para quienes son padres cumplir con todas las tareas que obliga el trabajo en casa, porque deben atender las clases de sus hijos, cumplir con su cátedra y las labores del hogar, el trabajo administrativo y otras responsabilidades. Opinó que si bien anhela regresar a las clases presenciales, también combinar el trabajo a distancia, pero contando con todas las herramientas para que la presión reduzca y puedan cumplir todos con sus funciones.
“Regresar es muy importante, pero lo que más pedimos es mantener todas las medidas porque sabemos que la vacuna no nos hace inmunes, por eso queremos también que en las instituciones haya las condiciones de seguridad para que nadie se lleve el virus a casa”, dijo Alberto Dzib, docente de Univer Millenium, donde imparte la clase de gestión de empresas de comunicación desde hace cinco años.
Aseguró que la calidad académica es mejor en las aulas, además reconoció que extraña el intercambio de ideas y la retroalimentación con los jóvenes. En su caso, añadió, volver a las clases presenciales es una forma de continuar con su vida, pues el año pasado murió su esposa a causa del SARS-CoV-2, y quedó a cargo de su hijo de apenas un año de edad. “Ha sido tan duro, que incluso recibir la vacuna y volver a la escuela, retomar la vida, se convirtió en una forma de homenajear a mi esposa”.
Jorge Lara es maestro en el CELE, dijo que se siente feliz de regresar y ver el rostro de quienes toman clases con él. “No es fácil nada de esto, la educación no es sólo leer libros y aprender diálogos, palabras o enunciados sin intercambio de dudas, el consejo del docente y hasta el aprendizaje que nos llevamos de ellos”, consideró.
Jenifer Natalie Hernández, es maestra de enfermería, dijo que celebrar el Día del Maestro vacunada es “un sueño”. Docente desde hace dos años, admitió que lo más difícil de la pandemia fue perder el contacto humano, más en una profesión en la que requieren prácticas para aprender.