Toluca / Estado de México
Con la reactivación del alcoholímetro y tras una remodelación integral, el presidente municipal, Raymundo Martínez Carbajal, inauguró el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, El Diablito, donde se remitirá a las personas que cometan faltas administrativas.
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Tras asegurar que el espacio se regirá con apego a los derechos humanos, el alcalde informó que a partir de esta semana se retomará el programa Conduce sin alcohol, Alcoholímetro, que operará con dos unidades que se instalarán de forma aleatoria en los puntos con mayor incidencia de accidentes viales relacionadas con el consumo de bebidas alcohólicas; no obstante, dijo que si la situación lo amerita, están listos para establecer más puntos de atención, toda vez que tienen suficientes aparatos de alcoholimetría para trabajar.
“A partir de esta semana tendremos ya el alcoholímetro, va a venir acompañado del respeto a la ley, del respeto a las personas y de su cuidado en todo momento”.
Insistió que el objetivo es establecer el orden en el municipio, acompañado con la reactivación de multas viales y la operación de nuevos parquímetros. Además, reiteró que las multas no tienen un propósito recaudatorio, por el contrario, buscan "generar mejores condiciones de convivencia armónica".
En este sentido detalló que, a tres días de entrada en vigor las infracciones electrónicas en Toluca, han registrado 288 multas, de las cuales, 146 fueron pagadas el mismo día aprovechando el 70 por ciento de descuento, lo que significa que recaudaron cerca de 100 mil pesos y de las multas que no se han pagado quedan pendientes alrededor de 240 mil pesos.
"No es un programa recaudatorio, pero lo que se recaude tiene que servir para fortalecer el programa", dijo.
Precisó que las infracciones más recurrentes fueron por estacionarse en lugares prohibidos, uso de celular mientras conducen, realizar el ascenso y descenso de pasajeros en la vialidad y no usar cinturón de seguridad.
En tanto, Rodrigo Alonso Arriaga, consejero jurídico, aseguró que el Diablito no fungirá como una bodega de personas pues ya cuenta con instalaciones dignas y tiene como objetivo que los infractores reciban la asistencia que les permita erradicar las causas de las conductas que les llevaron a infringir.
