ENTREVISTA
PRIMERA PARTE
- No hay antipeñismo, hay antisistema, y todos los partidos están claramente afectados, dijo la candidata al Senado
- “Politiquería barata”, la que hacen aquellos que cambian de partido sin importar ideología
Toluca/Estado de México
Para Alejandra del Moral Vela, el PRI desde hace 30 años ya no es el partido que las gana todas, el que lograba “carro completo”, pero “hoy los políticos priistas estamos más hechos. Ya no somos políticos improvisados”.
Calificó de “politiquería barata” esa que hacen aquellos que se van a otros partidos porque no les dieron una candidatura, sin importar que al partido que se cambian tenga una ideología completamente distinta.
En entrevista para DigitalMex, la candidata de la coalición Todos por México (PRI-Verde-Nueva Alianza) al Senado de la República, sostuvo que no se puede hablar de un “antipeñismo” sino de un “antisistema” y quien hoy representa al sistema es el PRI y es el presidente Enrique Peña Nieto. Pero aclaró que no se trata sólo de un partido, “todos los partidos están claramente afectados”
Ex presidenta municipal de Cuautitlán Izcalli, ex dirigente del PRI estatal y ex secretaria del Trabajo y de Desarrollo Económico en la entidad, Alejandra del Moral está convencida de que van a ganar porque “Una de las virtudes del PRI es que tiene una militancia sólida, muy formada, basada en la convicción”.
Ante unas elecciones complicadas para el Partido Revolucionario Institucional, Alejandra del Moral consideró que la peor elección para el tricolor ha sido la de 2006, pero siempre saben salir adelante. Hoy los candidatos a diputados locales formarán una “súper bancada” y quienes van para diputados federales, también son unos “candidatazos”.
¿Por qué candidata, considerando la coyuntura, las condiciones del PRI en este momento?
AM.-el PRI hace mucho tiempo que no tiene elecciones fáciles. Hace 12 años, en 2006, fui candidata a diputada local y perdí. El peor escenario y el peor de los mundos lo tuvimos en 2006. Perdí siendo por primera vez candidata, pero gané mucho en crecimiento y formación.
Nosotros hemos perdido desde hace 30 años. Ya no es el PRI que gana todas. Ya no es carro completo. Ahora los políticos estamos mucho más hechos. Ya no somos políticos improvisados. Hoy hay estrategas. Se debe hablar bien, formarte, estudiar, dar debate, caminar las calles.
Los candidatos a diputados locales, para mí, formarán una súper bancada en el Congreso local. Los federales, también son “candidatazos”. Ahora, aunque hayas ganado una elección hace 30 o 40 años, la realidad te hace ser más íntegro como político: si sigues en el mismo partido es por convicción, por valor y eso forma la actitud, la actividad política. Es decir, “no me dieron la candidatura, entonces me cambio de partido”. ¿Es en serio? No importa que al partido que te cambiaste tenga una ideología completamente distinta. Eso es hacer “politiquería barata”.
¿Esa desbandada les afecta?
AM.- Afecta claro, pero no mucho. Una de las virtudes del PRI es que tiene una militancia sólida, muy formada, basada en convicción, en valor, por ideología. Eso es lo que ha hecho fuerte al PRI de siempre. Quien milita en el PRI, quien sabe la disciplina sabe cuáles son sus formas. Vamos a ganar.
Pero hay quienes siendo candidatos quieren hacer chiquito el logo del PRI…
AM.- Hablamos de un tema estratégico…
¿Sí tiene mala imagen el PRI?
AM.- Hoy no vivimos el mejor momento, como lo vimos hace seis años. La marca Peña le aportaba mucho. Hay municipios en los que el PRI le aporta al candidato y otros donde el candidato le aporta al PRI. Pero no quiere decir que sea sólo de un partido. Hoy todos los partidos están claramente afectados por un tema de credibilidad de los políticos. El tema de honestidad, transparencia, cero tolerancia a la corrupción es una decisión personal, que las personas deben imprimirle a las instituciones, no las instituciones a las personas.
Hay un claro antipeñismo en el país… ¿Cómo combatirlo?
AM.- Hay un claro antisistema. Hoy quien representa al sistema se llama Enrique Peña. Hoy quien representa al sistema se llama PRI porque es el partido en el gobierno. Y hay una tendencia antisistémica que de verdad preocupa, porque pareciera que la gente no le tiene respeto a nada ni a nadie.
Pero producto del hartazgo, de esa imagen de corrupción del sistema…
AM.- Producto del hartazgo sí y también de una descomposición social importante. Es decir, el tema de la corrupción es un problema, pero para que la haya debe haber dos, el que da y el que recibe.
Pero ¿tiene opción el ciudadano? Si hago un trámite, me piden dinero. Si no lo doy, no me hacen el trámite o tarda mucho. Si denuncio, ni pensar que me lo hagan o castiguen. Es un tema de impunidad…
AM.- Ahí es donde tenemos que trabajar para hacer leyes más transparentes. Yo pongo mucho el ejemplo de los trámites para abrir un negocio. Entiendo que haya inspecciones y debas tener revisiones, pero parece un calvario.
En el tema de impunidad debemos fortalecer las instituciones. Necesitamos saber que va a tener consecuencia tu acto. Como servidor público necesitas convicción y vocación. No ser servidor público para hacerte rico.
La mala imagen que tiene el sistema por corrupción se suma a varias políticas aplicadas, los gasolinazos, por ejemplo. La gasolina sigue subiendo. Son factores que dañan esa imagen. ¿Qué tanto les ha afectado?
AM.- Nos ha afectado desde el año pasado. Nos ha afectado no sólo como partido, sino en el tema económico. La verdad es que el gobierno está obligado a generar una condición de estabilidad para la ciudadanía, pero es claro que el gobierno no tiene permiso arriesgar esa estabilidad…
¿Un mal necesario?
AM.- Más que un mal necesario: Uno, gasolinazo significa para todos que el gobierno subió el precio de las gasolinas. Pero lo que realmente hizo fue dejar de subsidiar las gasolinas, que debió hacerse desde hace mucho tiempo. Dos, el asunto global, Estados Unidos, los aranceles.
Que afecta al bolsillo de los mexicanos, sí. Pero lo que debe hacerse es fortalecer el mercado interno, la microeconomía. Generar más condiciones para abrir negocios y consolidarlos. Invertir en ciencia y tecnología. Eso es lo que nos permitirá ir más rápido en el desarrollo.
El sistema pesa mucho, la burocracia, los sindicatos, sin hablar por nadie en particular. Como está compuesto nuestro sistema de gobierno es un tema cultural. Debemos romper con inercias y resistencias, que es lo más difícil que debe hacer el gobierno. Hoy, con Enrique Peña, es el gobierno más abierto que han tenido las redes sociales, para bien o para mal. Y eso alguien lo tenía que hacer. No habían querido hacerlo, porque desde 2000 se abrieron las redes sociales, pero ahorita es el boom.
¿Se deben reglamentar las redes sociales?
AM.- Yo creo que sí. Tu libertad de expresión termina donde empieza mi derecho a tener mi propia vida privada. Creo en un país de libertades, pero la obligación del gobierno es generar los pisos parejos, donde tú libertad no ataque la mía. Será todo un debate y le debemos entrar.
Pero no todos le quieren entrar a ese debate…
AM.- ¿Por qué? Porque tienes que apostarle a tu capital político. No hay nada más importante para muchos políticos que su capital. Prefieren no entrarle porque temen perder votos, cuando lo que tiene que hacer el político, sí tener su convicción y su causa, pero generar un país de libertades. Cada quien, siempre respetando la ley, hacer lo que quiera.
¿Por qué haces política?
AM.- Uno: me fascina la gente. Dos, la política te sirve para acceder al poder y que el poder sirva a la gente; de ahí nace el servicio público. Es mi vocación. Es un tema de decisión personal, de cultura y educación.
¿Qué le ofreces a los electores del Estado de México?
AM.- Ser una legisladora, una senadora abierta, que escuche, que debata y que construya con ello. Es decir, yo no tengo compromiso con nadie. No tengo compromisos que no sean, personalmente, con mujeres y jóvenes, por un tema de generación y de género. Una servidora pública, ahora como representante popular, comprometida con la gente. Estar en las calles, porque ahí no se miente.
Mi único interés es que al Estado de México le vaya bien, somos el estado más progresista, la economía más importante, el estado más poblado y por ende con mayores problemas. Pero si le apostamos a seguir siendo un estado con la mano de obra mejor calificada, muy bien pagada, trayendo empresas de alto valor agregado, seguro que seguiremos avanzando.
Con las universidades, tecnológicos, Conalep’s, tenemos para los jóvenes las posibilidades de darles condiciones para lograr la meta que quieran.
