Toluca/Estado de México
Elementos del Ejército Mexicano, junto con policías estatales y municipales, reforzaron el operativo en las inmediaciones del ducto Tula-Toluca, como parte de la estrategia de seguridad que emprendió el gobierno de la capital mexiquense para impedir el sabotaje en el ducto que conecta con la terminal de abastecimiento de Pemex.
El despliegue incluye el destacamento de elementos del Ejército Mexicano en las tomas clandestinas y patrullajes en los aproximadamente 20 kilómetros de ductos que atraviesan por tres delegaciones de la capital mexiquense.
En los operativos son prioritarias las delegaciones de Calixtlahuaca, San Pablo Autopan y San Cayetano Morelos, donde en meses pasados se registró la explotación ilegal de los ductos.
Además, el despliegue es superior por la madrugada, puesto que a través de la mesa de coordinación de seguridad en la que participan la policía estatal, federal, la SEDENA, la Procuraduría General de la República y la Fiscalía de Justicia mexiquense, identificaron que la madrugada es el horario que utilizan los huachicoleros para explotar el ducto.
El presidente municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, indicó que en días pasados detectaron al menos 20 tomas irregulares de carburante, por tanto el interés de redoblar el operativo de vigilancia en el que participan las Bases de Operación Mixta (BOM).
Incluso, señaló, que parte del salario de los elementos de la Sedena correrá a cargo del erario público con la finalidad de que no se descuiden las dos zonas con más reporte de rico del carburante.
