Toluca/Estado de México
El 30%, es decir, 330 de los policías de Toluca sufren depresión, obesidad o diabetes, condiciones bajo las que trabajan turnos de 24 por 24 horas, pues no hay personal suficiente para asignarles jornadas de ocho horas, dijo el director de seguridad municipal, Roberto Valdés.
Actualmente hay mil 100 elementos en la corporación y la aspiración es alcanzar hasta 5 mil policías, además está en revisión el horario de trabajo para administrar los tiempos y que puedan mejorar su servicio.
Ante ello en la academia de policía municipal integrará un nuevo programa destinado a los policías en activo que incluye asesoría nutricional, acondicionamiento físico diario de por lo menos una hora de ejercicio, informó la directora Diana Pérez de Tejada.
También analizan la forma como podrán ser adecuados los horarios para que los policías tengan tiempo para convivir con su familia o de esparcimiento.
Explicó que por el momento no han concluido con las historias clínicas para conocer el estado de salud y nutricional de los elementos, con la finalidad de dar un seguimiento personalizado; porque el objetivo es dignificar el servicio policial, que implica generar una serie de servicios alrededor de su labor, sobre todo apoyo psicológico porque enfrentan una situación de estrés permanente o impacto psicológico y emocional.
“Por los horarios y el tipo de trabajo que tienen, la parte nutricional es compleja, pues la mayoría pasa todo el día en la calle y la idea es que asuman algunas recomendaciones para poder mejorar su alimentación”, expresó.
Dijo que fomentan en ellos beber más agua, preferir alimentos sanos por encima de los que son perjudiciales y más allá de establecer un régimen alimenticio, el objetivo es que aprendan a cuidarse para gozar de una mejor salud.
En la academia tendrán un servicio médico además del ISSEMyM, que tiene como finalidad atender sus enfermedades básicas de modo personalizado y con ello poder darles seguimiento.
Reconoció que los propios policías en sus pláticas han expresado que son maltratados o mal vistos por las personas, por lo que muchos optan por no comer o dejar de hidratarse para no tener que buscar un sanitario, porque en los servicios a los que son asignados no les permiten entrar.