Toluca/Estado de México
Miedo, impotencia y frustración es lo que dicen sentir los operadores secuestrados por los jóvenes de Tenería tras pasar varios días privados de su libertad en las instalaciones de esta escuela Normal Rural en Tenancingo.
Más que físicos los daños que sufrieron fueron psicológicos pues eran amenazados, apenas alimentados y en varias ocasiones sintieron su vida vulnerable pues muchos de estos jóvenes estaban armados con palos, piedras y tubos en todo momento.
“Nos decían que podíamos salir a donde quisiéramos pero en cuando nos separáramos de las unidades, no se hacían responsables de lo que les pasara y pues teníamos miedo de que fueran golpeados, vandalizados o destruidos”, dijo uno de estos operadores que permaneció tres días en cautiverio.
Los teléfonos también estaban prohibidos, narró otro de ellos “nos decían que si nos veían usando los teléfonos, iba a haber consecuencias así que cuando llegamos a hablarles a nuestras familias para tranquilizarlos y decirles que estábamos bien, era en la noche y a escondidas por el miedo de que nos hicieran algo si nos descubrían”.
Aunque sí los alimentaban tres veces al día, cada comida era de dos o tres tortillas, frijoles o huevo y café o té, “poco pero sí nos daban de comer”.
Si los dejaban dormir también y lo hacían en los camarotes de sus unidades “pero yo por lo menos no podía descansar, tenía que estar atento y alerta de lo pudiera pasar”.
Después de vivir esta experiencia, la solicitud es a las autoridades para hacerles justicia como personas pues fueron secuestrados con todo lo que esto conlleva y aunque han sentido apoyo por parte de las empresas, quisieran sentirse más seguros al realizar su trabajo como operadores.