Almoloya de Juárez/Estado de México
La violencia intrafamiliar de la que era víctima, Sonia Pérez Rodea, era conocida por familiares, amigos, además de compañeros de trabajo, relató la jueza de control del Poder Judicial durante la audiencia en la que vinculó a proceso a Edgar, por su probable responsabilidad en el delito de feminicidio de su ex esposa.
Explicó que con base en la declaración que hicieron al menos tres compañeros de trabajo de la docente ante el Ministerio Público, es que fueron varias las ocasiones en que observaron a Edgar humillarla y agredirla física y verbalmente.
Relataron al ministerio que durante las últimas presentaciones él se mostró autoritario, tratando de imponerse, mientras que el carácter amable, sonriente y sociable de la docente fue lo que detonó la celotipia del ex esposo.
A la audiencia de vinculación en la sala 2 de los juzgados en Almoloya de Juárez llegó Gisela -hermana de la maestra- y otro familiar, ninguno pudo contener el llanto cuando escucharon a la jueza resumir las pruebas e indicios que entregó la Fiscalía para acreditar la participación del presunto feminicida.
Incluso asentaron con la cabeza cuando la jueza en repetidas ocasiones leyó los testimonios que confirman que ella era víctima de agresiones que Edgar le propinaba en el intento de “sentirse superior y no querer dejarla desarrollar profesionalmente”.
En la narrativa además, la jueza dijo que algunos testigos trabajadores de la Universidad tanto de seguridad, como de limpieza del recinto cultural donde fue hallada sin vida, así como alumnos que participarían ese día 9 de diciembre en la pastorela, vieron a la víctima y su agresor discutiendo. También que lo vieron salir y a ella no la vieron aparecer pese a que la presentación estaba programada a las 19:00 horas, que incluso se retrasó pues ella se encargaba de la música.
El intendente que llegó el 10 de diciembre al teatro, dijo que entró al camerino número uno y tampoco la vio, sino que abrió la puerta del baño, percibió un cuerpo sentado y cerró la puerta inmediatamente. Pidió perdón y se fue.
Fue hasta que alumnos de la docente intentaron entrar al baño de ese camerino, donde ella estaba regularmente, cuando se percataron que estaba muerta.
Gisela Pérez Rodea, permaneció en la sala del juzgado durante toda la audiencia, espero hasta que la jueza dijo: se puede concluir que pese a que desde hace un año de la separación, este sujeto la celó al grado de estrangularla.