Otzolotepec
“Ni al peor criminal le hicieron esto”, dijo Juana Pedraza, la mamá de la doctora Jessica Sevilla de 29 años de edad quien fue localizada desollada y decapitada el lunes por la mañana en un paraje del municipio de Huixquilucan. En medio de gritos que exigen “Justicia” la señora cuestiona a las autoridades su falta de intervención en este caso, pues asegura que: “por ser una persona común y corriente, a las autoridades no les importa nada”.
Este lunes, en el municipio de Otzolotepec se llevó a cabo el sepelio de la joven a quien le sobreviven cuatro hermanas y un hijo. Su féretro fue acompañado por cientos de personas, la mayoría vestidos de negro, muchos con los ojos rojos y todos llenos de indignación.
“Lo que pedimos es que se haga público, no queremos cientos de Jessicas, queremos que den con los responsables, que frenen está ola de criminalidad, que detengan la desaparición de personas y de niños o niñas. Lo qué pasó con mi hija es horrible, indescriptible”.
La mirada no es fuerte, “no hay dolor más grande que el de perder a un hijo”, dice con los puños cerrados, apretando un pañuelo como si fuera el mismo responsable de la muerte de su hija la doctora, la más querida por sus vecinos y amigos.
Abel Sevilla, papa de Jessica mira a los asistentes. De pronto se queda fija la pupila en un solo punto y reclama: “¿qué más puedo decir yo?¿puedo pedir que me devuelvan a mi hija? Me quitaron un pedazo, me robaron la calma”.
Platicó que el día que desapareció supieron de ella por última vez cuando pasó a la gasolinera, en la carretera MéxicoToluca, a la altura del municipio de Xonacatlán, en Santa María Zolotepec.
Con la voz entrecortada pide que den con el “monstruo” que le quitó la vida con esa saña. De pronto se queda pensando, continúa y agacha la cabeza, pide que se acaben estos actos atroces. “Tengo cuatro hijas más, qué debo pensar cuando ellas salgan a la escuela, vayan al trabajo, pidan ir a una fiesta. ¿Debo encerrarlas?”
Los ave María, los padres nuestro, la tierra que levantan los pies al caminar. Los niños llorando, todos los que acuden recuerdan a Jessica sonriente, como se observa en la fotografía que recorrió las redes sociales en donde sus familiares pidieron apoyo para localizarla.
“Un fin de semana bastó para que acabaran con su dignidad. Una vida no nos alcanzará para exigir que su muerte sirva para advertir el peligro que corren las mujeres en este estado”.