Tlalnepantla/Estado de México
Rosalba Trinidad Franco pide a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México exhumar el cuerpo de su hermano Cristian, pues presume que en el SEMEFO de Tlalnepantla le entregaron los restos equivocados, y recibió el cadáver de un hombre que nada tiene que ver con su familiar.
Confirmó que estas irregularidades quedaron asentadas en el acta de defunción, pues dice que el cuerpo es el de una persona de 35 años, pero Cristian tenía 21 años cuando lo encontraron sin vida.
Es por ello por lo que, si bien hubo una prueba de ADN y le entregaron los anillos que su hermano portaba el día que lo desaparecieron, asegura que hubo manipulación de las pruebas y demandó exhumar el cuerpo, cotejar si es su familiar o saber de quién se trata.
Inician búsqueda de excursionistas perdidos en Tlanixco
En entrevista relató que desde hace más de 8 meses acudió a diferentes instancias, desde la Fiscalía hasta las comisiones de Derechos Humanos estatal y nacional, así como a la Cámara de Diputados mexiquense con el objetivo de recibir ayuda, pero de nada ha servido.
"Solo hasta que recurrí a los medios de comunicación me ofrecieron una cita en la Fiscalía, de nuevo, para mañana viernes, pero sí creo que en el Servicio Médico Forense manipularon el cuerpo para que yo dejara de 'hostigar a las autoridades', solo a través de los medios de comunicación tomaron en cuenta mi caso", aseguró tras la desaparición del enfermero de 21 años en Toluca en julio del 2020
Lo que pensó que era una pesadilla y que ya había concluido al recibir los restos del joven, tras un mes de haber reportado su desaparición, dice Rosalba que se ha extendido a una interminable búsqueda de justicia, pues desde que tuvo que reconocer los restos de su hermano menor, supo que no correspondía a la fisonomía, peso y rasgos de su hermano, e incluso el certificado de defunción, decía que el cuerpo correspondía a un hombre de entre 35 y 40 años con un peso de hasta 80 kilos.
Cristian trabajaba como enfermero del Hospital Mónica Pretelini en Toluca, cuando lo desaparecieron el 17 de julio del año pasado. Fue localizado sin vida en el SEMEFO de Tlalnepantla, luego de encontrarlo flotando y en estado de descomposición en un río en Huixquilucan. Lo único que supo su familia, según detalla Rosalba, es que una patrulla del municipio de Toluca lo levantó en la colonia Nueva Oxtotitlán, después de que vecinos de la zona lo golpearon y que no fue ingresado a los separos, sino abandonado en la calle.
Resaltó que el día que le notificaron sobre la localización de su hermano, en la Fiscalía les informó que ese cuerpo no correspondía al joven:
"Las autoridades me dijeron que me lo llevara o se iba a la fosa común. No me dejaron tocarlo y el ataúd en el que lo entregaron estaba sellado, y si yo lo abriera me cobraban una multa de 75 mil pesos”.
