Este jueves se lleva a cabo la audiencia contra José Juan "N", uno de los tres presuntos responsables del feminicidio de Fátima Vania Quintana Gutiérrez cometido en 2015, en el lugar se encuentran integrantes de diversos colectivos feministas y el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, quienes dijeron:
"Confían en que el Poder Judicial del Estado de México juzgue con perspectiva de género y hagan justicia por esta niña de 12 años lapidada y agredida sexualmente tras regresar de la escuela".
Afuera de los juzgados el clima es tenso, algunas agrupaciones feministas vandalizaron las instalaciones e intentaron irrumpir en la audiencia por la fuerza, por lo que la representante legal de Lorena Gutiérrez, la mamá de Fátima, tuvo que tomar el receso del primero de cuatro peritajes para pedirles que se contengan o se retiren, pues insistir en esta conducta podría derivar en cancelar la audiencia y, con ello, poner en riesgo un proceso de años de lucha.
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En el lugar también se dieron cita integrantes de la organización Católicas por el Derecho a Decidir A.C, el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia A.C. (IMDHD) y Justicia Pro Persona A.C, quienes señalaron que los últimos 2 mil 377 días han representado para la familia de Fátima "un estado de sobrevivencia", que tiene como principal motor la esperanza de lograr la justicia para ella, así como las garantías de no repetición de tragedias como la que truncó la vida de la niña de 12 años asesinada en la comunidad de Santa María Zolotepec.
"Tras seis años de los hechos ocurridos, hoy esperan la resolución de la audiencia de desahogo de peritos que pudiera derivar en el conocimiento de la verdad y el acceso a la justicia", dijeron.
Recordaron que Fátima nació el 4 de junio de 2002, en el Estado de México:
"Era una niña soñadora, estudiosa, alegre. Le gustaba escuchar música y decirle a su familia que los amaba. Quería mucho a sus hermanas y hermanos. Su familia, encabezada por sus padres Lorena Gutiérrez y Jesús Quintana, siempre ha sido muy unida y amorosa".
El 5 de febrero de 2015, la menor fue interceptada por tres jóvenes, cuando ella regresaba de la escuela y fue víctima de tortura sexual y feminicidio.
La brutalidad y la saña con la que fue privada de la vida ha tenido un impacto negativo y afectación en toda su familia, además de ello las represalias en su contra luego de la exigencia de justicia les obligaron a abandonar su residencia y a desplazarse de manera forzada a otra entidad, así como la muerte de su hermano Daniel, con quien la niña mantenía una relación estrecha.
"El desgaste y la falta de justicia, no solo generó un contexto adverso que no permitió superar la pérdida de su hermana; así mismo, la falta de una atención adecuada y la negligencia de las autoridades provocó su evitable muerte".