Almoloya de Juárez/Estado de México
Han pasado más de 10 años y no ven mejoría los habitantes del fraccionamiento Colinas del Sol, municipio de Almoloya de Juárez, pues la delincuencia, la falta de servicios y las casas abandonadas son un escenario cada vez más pronunciado que ha arrebatado la esperanza a los habitantes. Además, a partir del 12 de diciembre y hasta el momento el servicio de agua potable es intermitente, casi nulo, por lo que deben comprar pipas pues no hay recurso para cubrir sus necesidades.
“Tenemos que pagar hasta 150 pesos por tinaco, pero como son compartidos, la persona que es nuestra vecina, a veces no tiene dinero para pagar así que el gasto se recarga en una sola familia”, reclamó Ana Solís.
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Los vecinos lamentan que son varias las administraciones que han comprometido atender los constantes delitos que se cometen en la comunidad, pero ninguno concreta programas de recuperación, por el contrario, “cada vez estamos más sumidos en condiciones muy graves, a veces no podemos salir a partir de las 16:00 o 17:00 horas, es imposible estar en la calle, hay balazos, asaltos, no pasa ni el transporte público”, dijo una de las entrevistadas que pidió reservar su nombre.
A este contexto, se suman el vandalismo y la llegada de personas de otros estados, como Guerrero, Michoacán y la Ciudad de México, que de acuerdo con los vecinos, ocuparon de forma irregular las viviendas, que fueron abandonadas desde hace varios años por los dueños y que permanecían sin ventanas, puertas y hasta sin tuberías, pues la delincuencia ha llegado al nivel de que se roben hasta a los perros de las viviendas.
En esta colonia, los vecinos señalaron que hasta en las escuelas, los kínder y preescolar, se robaron el material pizarrones y bancas, por lo que muchos padres de familia decidieron llevarse a los niños a escuelas de otros municipios, por ejemplo, Toluca, Zinacantepec, entre otros. Ahora, dicen se han robado hasta los calentadores solares que hace poco compraron vecinos de algunos edificios, quienes pretendían ahorrar un poco, pues el Gas LP y el estacionario es muy caro.
No obstante, durante los primeros días de enero, se quedaron sin agua potable, dijo María Luisa Hernández, que aseguró que no han podido lavar trastes, ropa, bañarse ni mantener la higiene necesaria para lavarse las manos, como corresponde con la pandemia.
“Le pedimos a esta nueva administración que nos vea, que no nos ignore porque la verdad, estamos solos, años y casi décadas y seguimos igual de mal”, señaló. En tanto, María Luisa Reina Calderón, vecina del fraccionamiento recordó que el olvido en el que se encuentran es “doloroso”, pues incluso se llevan los tinacos, la ropa que tienen en las jaulas de la azotea y hasta a los perros.
“No tenemos alumbrado público, se llevan las luminarias, se llevan el cable, hay basura regada en la calle y estamos solos”, reprochó.
Refirió que:
“Hay vigilancia, por las noches pasan las unidades con dos policías a bordo, aunque son insuficientes los operativos. Durante la madrugada es frecuente observar cómo se agrupan jóvenes y algunos ya de edad más grande para vandalizar las fachadas o el interior”.
A veces, dijo, por la madrugada ocurre el saqueo de muebles, ventanas, puertas o tarjas y lavaderos;
“Se roban todo, y dejan basura por todos lados. Muchos de nosotros nos organizamos para limpiar algunas de las viviendas, pero no sirve de mucho; lo que pretendemos es evitar el surgimiento de llagas como de ratas o perros callejeros”.
Aunado a ello, refieren que son pésimos los servicios de agua, pavimentación y alumbrado, mismos que muchas veces han solicitado al gobierno local pero que les niegan porque la empresa constructora no ha entregado los fraccionamientos ni la conclusión de la obra, incluso continúan edificando otra parte del conjunto habitacional.
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