Toluca/Estado de México
Leticia Bravo Sánchez, piensa que la vacunación contra el SARS-CoV2 cambió su vida, si bien está a favor de aplicarse el biológico por considerarlo la forma de salvar la vida ante el Covid-19, resaltó que tras colocarse las dos dosis de la marca Pfizer su cuerpo reaccionó, provocando que su brazo y parte de su pecho atraigan determinados metales, como un imán.
En entrevista para Digitalmex explicó que desde la primera dosis se dió cuenta sobre los cambios, pues en la barra de su cocina había un cuchillo, que se le quedó pegado, situación que comprobó con un video. Tras la segunda dosis, su hija se dio cuenta y aunque trataron con monedas, entre otros materiales, solo los cubiertos se le quedan pegados.
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A la par, comentó, llegó el insomnio, en ocasiones hasta las 4 o 5 de la mañana y no logra conciliar el sueño. "Solía dormir bien,yo no soy de tomar medicamento así que todo lo que consumo son plantas, herbolaria".
Añadió que fue a raíz del cansancio, la debilidad al grado de no poder levantarse, que más se inquietó, especialmente porque comenzó a indagar sobre las consecuencias de no dormir y como teme acudir con un doctor, piensa que por el momento puede paliar sus síntomas con remedios caseros.
"En la segunda dosis fue un solo día que me dolía el hueso de la columna, los huesos, y como me recomendaron tomar Paracetamol, así fue; mi hija me sobó la espalda y no se que fue mejor, pero logré dormir de las 18:00 horas hasta las 10:00 de la mañana del siguiente día", comentó.
Todos estos síntomas, dijo, comenzaron a preocuparle, por lo que acudió con un amigo médico, pues debido al alza y ritmo de contagios le da miedo acudir a un hospital, laboratorio o médico particular.
"Mi amigo me dijo que todas las vacunas tienen una carga de óxido de grafeno, que es un aluminio, que genera esta reacción, pero me envió un artículo que me aterró porque dice que puede dar infartos, derrames cerebrales, Paros cardiorrespiratorio, aunque también ello podría derivar del insomnio, pues está condición es promotor de este tipo de padecimientos", precisó la abogada.
Señaló que la primera dosis de Pfizer la recibió en mayo y la segunda en junio, en la Biblioteca de la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México, pues ahí le correspondía.
Detalló que en la primera ocasión apenas sintió un poco de dolor, tras pasado el tiempo de observación que piden las enfermeras en el lugar, se presentó un leve mareo y algo de náusea; sin embargo, pudo conducir hasta su casa, dónde bebió un vaso de coca fría -helada-, y se le retiró el malestar.
"Al otro día, fue un cansancio terrible, me la pasé todo el día acostada durmiendo profundamente, cosa que es poco común porque una vez que me despierto ya no me acuesto porque soy abogada y tengo mucho trabajo, pero era sábado y dormí mucho. Para el domingo no tenía malestar", dijo.
Por todo lo anterior, agregó, realizó una bitácora y guarda los vídeos donde comprueba el magnetismo que desarrolló y al aminorar la pandemia pretende acudir con un especialista que le ayude a revertir los efectos secundarios.