Toluca/Estado de México
Hace una década, un puesto en el tianguis orgánico de los lunes en Los Portales de Toluca vendía aguacates y bolillos, una combinación sencilla que, inesperadamente, dio origen a las populares "aguacatortas". Este platillo se ha convertido en un símbolo culinario para quienes visitan la capital mexiquense.
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Victoria de Jesús Contreras, integrante de la familia que ideó este singular platillo, cuenta que todo surgió cuando los clientes comenzaron a pedir que les pusieran un aguacate dentro del bolillo.
"Poco a poco fuimos perfeccionando la torta", recuerda. Con el tiempo, la modesta mezcla de aguacate y bolillo evolucionó hacia algo más elaborado: guacamole fresco, preparado en molcajete a la vista de los comensales, acompañado de ingredientes como chicharrón y queso.
Lo que parece una fórmula sencilla ha conquistado a muchos. Cada lunes, frente a la concha acústica en el centro de Toluca, largas filas de personas se forman para probar una aguacatorta. Desde la versión más básica, con solo guacamole, hasta las campechanas que combinan ingredientes como milanesa o baguette, las aguacatortas tienen un encanto único.
"Todo es fresco, el pan es de amasijo y lo horneamos en leña. El aguacate es orgánico y lo preparamos en el molcajete al momento, para que la gente vea que está recién hecho", comenta Victoria mientras atiende a la clientela.
Los precios son accesibles, desde 15 pesos por una torta de guacamole, hasta 30 pesos por una más completa con chicharrón y queso.
Para quienes no puedan acercarse los lunes, las aguacatortas también están disponibles los miércoles y domingos en la colonia Universidad, en el cruce de Emiliano Zapata y Altamirano.
Ya sea en Los Portales o en la colonia Universidad, las aguacatortas se han convertido en un manjar que, una vez probado, es difícil de olvidar.
