Toluca/Estado de México
Una historia deportiva que estaba llena de éxitos, de superación personal y de pasión por el deporte, con la medalla de plata para México en Río 2016, marcaba el comienzo de una gran figura mexicana, pero de pronto su carrera tuvo un giro de 360 grados, porque pasó de la gloria al infierno al salir positiva por "dopaje".
María Guadalupe González, más conocida como "Lupita", se convirtió, a sus 27 años, en la primera mujer mexicana en ganar un éxito olímpico para su país en marcha atlética, una historia que pintaba llena de éxitos para el deporte de nuestro país.
Lupita González mantiene su sanción
Comenzó su carrera deportiva de boxeadora para luego ser velocista, siempre le gusto el boxeo. Originaria de Tlalnepantla, Estado de México lo cual le valió el apodo de "la guerrera de Tlalnepantla" llegó a competir en un torneo local llamado "Los Guantes de Oro". Para su mala fortuna no pudo llegar a la final del campeonato.
"Me dejaron fuera de la final por el peso (bajo). Nunca lo pude dar. Entonces me di cuenta que no podía luchar contra eso".
En ese momento la mexicana decidió probar suerte en el atletismo e inicio como velocista, participando en carreras de 400 metros con
vallas, con la intención de convertirse en la nueva Ana Guevara.
Sin embargo sufriría varias lesiones una de ellas, en la rodilla, fue tan seria que tuvo que dejar las carreras de velocidad que tanto le
gustaban.
"Tardé mucho en recuperarme. De hecho, visité muchos médicos y me dijeron que ya no podía hacer deporte".
Recordó que un doctor le dijo que lo que tenía que hacer para recuperarse era fortalecer los músculos contrarios a la carrera, fue
así como Lupita González entró en el mundo de la marcha, y también gracias a la insistencia de su entrenador de ese momento, Juan Hernández.
"Primero fue el box, en los Guantes de Oro. No era para mí, batallaba mucho con el peso. Entonces cambié y tampoco en el atletismo por
lesiones. Tres años (después) estaba cumpliendo mi sueño deportivo", recordó.
Aseguró que el deporte le gustó, "desde los 12 años", puso en la caminata todo su empeño, a pesar de que al principio no quería practicar esa disciplina.
"Para mí, la marcha fue un completo desafío, pero me dije: 'Si lo voy a hacer, lo haré de la mejor manera'".
Guadalupe González conquistó el oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, acabando la carrera sufrió un desmayo. También logró los campeonatos mundiales de marcha en Roma en mayo de ese año, logrando un nuevo récord.
Sin duda que Lupita puede sentirse orgullosa porque no sólo es la primera marchista mujer mexicana en subirse al podio olímpico, sino
también la primera en regresarle a México una medalla en caminata olímpica después de 16 años.
La mexicana estaba haciendo historia en el 2017 al ubicarse entre las mejores del mundo en la especialidad de los 20 kilómetros de
caminata, era el "foco" de atención en el deporte mexicano, sin embargo el panorama se obscurecía con el tema del "dopaje".
El 7 de Diciembre del 2018 la marchista dio positivo en la prueba antidopaje a consecuencia de un esteroide anabólico. De acuerdo con un control de la Federación Internacional de Atletismo, se informó que González dio positivo por Trenbolone y quedó suspendida por cuatro años a sus 29 años de edad.
Situación que originó muchas controversias en sus declaraciones y lo que obligó al Tribunal Disciplinario Mundial de Atletismo a imponerle una suspensión de cuatro años prácticamente descartada para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Apenas el pasado mes de agosto del 2021 vendría un nuevo duro golpe para Guadalupe González, al sancionarla cuatro años más por haber cometido “una violación de las reglas antidopaje” y manipulación de pruebas.
Con este fallo, la carrera de la deportista está prácticamente concluida, pues retomaría su carrera a los 37 años. Y es que Lupita,
de 32 años, deberá cumplir este castigo del 16 de noviembre de 2022 y concluirá el 15 de noviembre de 2026. Así una historia deportiva que parecía llena de éxitos quedó marcada por el tema "obscuro del dopaje".