Toluca/Estado de México
En el Estado de México incrementó en 19% el consumo de mariguana en 10 años, y con base en el último censo el Centro de Integración Juvenil, la tercera parte de los estudiantes de bachillerato han probado drogas y alcohol, informó la directora general del Centro de Integración Juvenil, María del Carmen Fernández Cáceres.
Durante la graduación de 25 jóvenes del programa Repensemos Mexiquenses, que lleva a cabo la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, en el que ingresan jóvenes menores de edad primodelincuentes, adictos a alguna droga ilegal y el alcohol, la directora indicó que es crucial disminuir las cifras de consumo, pues la metanfetamina, el crack y los inhalables también crecieron en su consumo en un promedio del 11%.
Fernández Cáceres expresó que esta estrategia es primordial, pues busca proteger los derechos humanos de los menores, no tratarlos como criminales y darles la oportunidad a quienes tomaron una decisión equivocada y puedan seguir su desarrollo e integrarse a la sociedad, porque algunos van de los 13 a los 15 años.
Por su parte, el Fiscal, Alejandro Gómez Sánchez informó que en el 2018, fueron vinculados a proceso 360 jóvenes y en lo que va del año suman 80, por lo que llamó a los padres de familia a estar cerca de sus hijos, vigilarlos y establecer
“Es facultad de la Fiscalía realizar las investigaciones correspondientes y procurar justicia para las víctimas y los ofendidos del delito; sin embargo, condenar a un adolescente en conflicto con la ley por la comisión de un delito no grave, a la aplicación de una pena pública que incluso puede significar la privación de la libertad no le sirve a nadie. Ni a la sociedad ni al adolescente o su familia”, precisó.
Por lo que antes de enfrentarlos a un proceso penal, llamó a la voluntad de la iniciativa privada, el gobierno estatal, el Poder Judicial, pues el objetivo común es construir paz.
Detalló que el programa nació con una visión innovadora al incluir a la Justicia Restaurativa como medio para resolver, de manera pacífica, los conflictos penales de este sector de la sociedad, garantizando en todo momento la reparación del daño en favor de la víctima.
Incluye además, a la familia, en los procesos terapéuticos que brindan los Centros de Integración Juvenil, para posteriormente reincorporar a los adolescentes infractores a los sectores educativo, laboral y económico.
Alejandro Fernández Campillo, secretario de Educación, explicó que a través del sistema educativo estatal los 25 jóvenes recibieron una oferta educativa y los servicios que se prestan en orientación vocacional, tutorías, prácticas de vida saludable, emprendimiento, actividades deportivas y culturales, con el fin de contar con una opción más y continuar con su formación, logrando con ello alejarse de las actividades delictivas.
“Hoy se gradúan los primero 25 jóvenes que han creído en ellos mismos y en las Instituciones, con el único objeto de regresar a una vida educativa y productiva, pero esto no hubiera sido posible sin la participación del Centro de Integración Juvenil”, dijo.