Toluca/Estado de México
Habitantes de la comunidad Charcos Azules, en San Felipe del Progreso, demandaron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en el Estado de México que verifique la devastación ecológica que generaron diversas empresas madereras.
Juan Ramón Concepción, representante del grupo que encabezó una manifestación en las oficinas de Profepa ubicadas en Toluca, explicó que los daños en el bosque implican la pérdida de dos mantos acuíferos y la afectación para 4 mil habitantes de esta comunidad indígena.
Alegaron que a cambio del presunto aprovechamiento forestal que explotan diversos empresarios, no hay trabajos de reforestación y las pocas plantaciones que emprendió la población se perdieron porque la maquinaria para la tala de árboles los aplastó.
“Un aprovechamiento forestal debe ser por ejemplo aprovechar la madera de los árboles chuecos, pero ellos sólo se llevan la madera y por negocio, pero no están cuidando el bosque”.
Denunció que esta condición genera una pérdida grave para la comunidad porque dudan que haya permisos o autorización estatal o federal.
Por lo que solicitaron a las autoridades federales su intervención, pues son varias las denuncias establecidas ante las instancias estatales que no prosperaron y el ayuntamiento no ha intervenido.
