Metepec/Estado de México
Cuidar perros se convirtió en una alternativa de vida para Rosa María Aguilar Flores y su hijo; dos cuidadores certificados, quienes tratan a los canes como si estuvieran en casa.
Es una casa de huéspedes, en la que pueden dejar a sus ‘lomitos’ con la certeza de que serán bien atendidos y si llegan a enfermar, los atenderá un veterinario sin que haya riesgos para la vida de sus mascotas.
Rosi, como la conocen sus amigos y propietarios de los perros a su cuidado, vive en Las Margaritas, Metepec, en una casa que se transformó en el hábitat de decenas de peludos, quienes llegan a convivir con otros perros mientras están en el lugar.
Para poder ofertar sus servicios como un hotel para perros, tuvo que aplicar exámenes médicos, psicológicos, físicos y otras pruebas que pretenden descartar riesgos y asegurar que de vuelta de las vacaciones, los humanos de estos animales no encontrarán una tragedia.
Es así que está se familia hace cargo de bañarlos, alimentarlos, juega con ellos, los pasea y sobre todo los mima como si se tratara de su dueña.
“Es un ambiente familiar, mi niño es mi mano derecha. Me ayuda a alimentarlos, acomodarlos para dormir, algunos son muy juguetones y otros quieren permanecer descansando, pero me gusta que estén conmigo y dentro de mi casa”, resaltó.
Actualmente son más de 15 bajo su custodia, de razas distintas y, cuenta que todo empezó cuando una amiga le recomendó convertirse en cuidadora, para ello debía unirse a un grupo que se dedica al cuidado de los animales, donde capacitan a los interesados en ser cuidadores, con la opción de abrir su propia página de Facebook.
Explicó que si bien en un principio no tuvo ofertas, durante la Semana Santa de 2018 el propio grupo le envió varios canes y al publicarlo en las redes, comenzaron a llegar más clientes.
“La idea es que estén libres y es lo que brinda más seguridad a mis clientes”, dijo.
La afluencia al albergue es variable según la temporada vacacional y los fines de semana, cuando más rentan espacios, hay dueños que dejan hasta tres mascotas entre sábado y domingo. Hay otros que llegan a quedarse hasta un mes bajo su cuidado.
“Para esta temporada ya tengo varias reservaciones, podría recibir hasta 18, porque como no hay jaulas y ellos tienen permiso de andar por donde quieran, entonces no quiero saturar el lugar”, platicó.
Para abrir un lugar de este tipo, el interesado debe contar con una vivienda que tenga espacio suficiente para albergar a razas con tallas diversas, desde chihuahua como ejemplo de los más pequeños, hasta mastín que son algunos de los más grandes, además tenerles amor y paciencia, porque según Ross, “no es tan fácil cuidarlos, hay que sacrificar tiempos libres, fines de semana, vacaciones”.
Para acceder al albergue, los propietarios deben tener mascotas sociables, llevar su cama, correas, sus juguetes, croquetas si tienen dieta especial, que convivan con humanos y se encuentren desparasitados, vacunados.
Para emergencias, el albergue asegura el cuidado de un médico veterinario acreditado. El costo del hotel oscila de 150 pesos a los 300 pesos por día, pero durante las vacaciones hay precios especiales con descuentos para que los dueños puedan cubrirlo, también cuando llevan más de tres canes.