Toluca/Estado de México
Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes (Asbar), aseguró que deben ser regulados todos los sitios clandestinos o irregulares donde se expenden bebidas alcohólicas por ser una competencia desleal para los comercios establecidos y el riesgo de vender alcohol a menores de edad.
Cuestionado sobre las estadísticas del Instituto Mexiquense Contra las Adicciones, que refiere una baja en la edad de inicio de consumo a los 12 o 13 años de edad, dijo que por lo menos los bares que cuentan con todos los permisos no se atreven a vender bebidas embriagantes a niños de esa edad.
“Cuando empiezan a beber a una edad tan temprana, difícilmente son jóvenes que acuden a un bar o un restaurante, las personas de esa edad regularmente lo hacen en su casa donde ven ese ejemplo, pero es complicado que los encontremos en un bar”.
González Suárez dudó que incluso sitios considerados como de venta clandestina se arriesguen a este tipo de venta, pero recordó que es preocupante porque los daños en el cerebro son graves, no se desarrolla de forma completa hasta antes de los 18 años de edad.
“Los lugares clandestinos sí hay en Toluca, hay fiestas donde venden bebidas a menores de edad, pero no sé qué tan menores, pero no es justificación en ningún sentido, porque si tiene 17 años con 11 meses no está bien”.
Advirtió que además de ser una competencia desleal este tipo de sitios son peligroso, porque no cunmplen con las medidas que revisan instancias de gobierno desde municipales hasta estatales, como el Dictamen Único de Factibilidad, medidas de seguridad, de protección civil, no obstante de ser evasores fiscales.
“Es un tema de responsabilidad social vender alcohol a menores de edad, por eso estamos a favor de todo el peso de la ley en su contra”.
Indicó que como parte del fomento de una cultura responsable de consumo de alcohol llevan a cabo diversas actividades, desde mantener el programa de mesero responsable hasta recomendar a los jóvenes que beban de manera consciente.
Explicó que no se trata de “vender por vender” sino fomentar entre los jóvenes que salgan a divertirse pero siempre con las medidas preventivas necesarias, con la finalidad de que no ocurran tragedias como la pasada, en Xochimilco, donde un joven perdió la vida.