Toluca/Estado de México
En el taller de Reparación de Niños Dios López toda la familia, desde los nietos hasta los hijos mayores y los abuelos se encuentran concentrados en terminar el arreglo de los Niños Dios que desde hace 15 días comenzaron a llegar, para tener en perfectas condiciones las figuras para el 24 de diciembre.
Regino López, dijo que tiene al menos 25 años de experiencia y aprendió de sus abuelos y tíos, quienes se dedicaban al arreglo de figuras de yeso y el pintado de algunas alcancías. “Un día uno de mis tíos se enfermó y había mucho trabajo que entregar, entonces yo le entré y así fue como inicié en este oficio del que he vivido por siempre”.
Aunque en un principio este artesano tuvo la oportunidad de instalarse en el Jardín Zaragoza, días después fue retirado del lugar, por lo que tuvo que regresar a su taller en donde aún tiene varias piezas pendientes por entregar.
En diciembre, dijo, no hay mucho trabajo, son pocos los que a la hora de desvestir al niño le trozan una mano o un pie, pero se va preparando para lo que enfrentará en febrero, cuando la mayoría debe lleva a sus pequeños a retoque.
Regino comentó que para él es una época “divina” que comienza con el cumpleaños de la Virgen de Guadalupe y concluye en febrero, cuando “ponerlos guapos a los niños dios”.
Explicó que con su oficio tuvo la oportunidad de pagar la educación profesional de sus hijos y entonces a ellos “ya no les gusta esto, pero cerca de la navidad vienen para ayudarme”.
Aunque reconoció que en febrero es cuando más gente les llega para reparar sus imágenes religiosas, pues previo a la celebración de la Candelaria buscan ponerles la mejor cara.
“Es que desde febrero los dejan en un altar o tradicionalmente o vitrina, aún así tenemos mucho trabajo para diciembre y tenemos por ejemplo la técnica para dar mantenimiento a los que miden seis centímetros y hasta 50 centímetros”, añadió.
Para la gente,mencionó, es muy importante que sus niños mantengan el tono con el que inicialmente lo compraron, “es que es el amor que le tienen a su bebé y por ejemplo el otro día le vino una señora que le dejaron un tono de piel más oscuro y pues pedía recuperarlo porque la vi como estaba triste porque era una herencia de hace 90 años casi, era de su tatarabuela”, contó.
Dijo que también vende imágenes de niños para el arrullo navideño, el 24 de diciembre y que es la venta las alta en todo el año, aunque el arreglo de las imágenes crece hasta en 50% durante diciembre y febrero.
Mientras pegaba las piernas de un niño de tono rosado y con la música de fondo, detalló que lo más preocupante para este sector de artesanos es la falta de interés de las nuevas generaciones, pues los matrimonios de adolescentes o adultos de 20 a 30 años deciden por otro tipo de tradiciones. Sin embargo, confió en que cuando comienzan a tener hijos, retoman esas costumbres.