Toluca/Estado de México
Los sectores restauranteros, bares y negocios comerciales representados en las cámaras empresariales del Estado de México coincidieron en que son el eslabón más débil ante la ola de extorsiones que incrementaron en 71% durante el 2019, según informó la Secretaría de Seguridad estatal, siendo la zona sur la más afectada actualmente.
Gilberto Sauza, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales de la entidad (Concaem), indicó que son víctimas de tres modalidades del delito, la extorsión en carreteras que es el más reportado y en el que perciben más avance pues han desarticulado incluso bandas dedicadas a ello, la telefónica y el cobro de derecho de piso, especialmente en Ecatepec y el sur del estado.
Añadió que los empresarios no cuentan con un banco o registro de números de donde llaman para extorsionar, porque es imposible para este sector realizar esta labor que corresponde a las autoridades, pero “sí podemos decir que cada día va aumentando, es un asunto que se suscita constantemente”, para ello - añadió - los empresarios se coordinan y promueven acciones que les permita proteger las afectaciones.
Reclamó que desde hace años se sabe que las llamadas de extorsión provienen en en buena medida de los centros penitenciarios, pero sólo las autoridades pueden solucionarlo con medidas de inteligencia, pero en el sector empresarial la parte que les corresponde es la capacitación para actuar ante llamadas de extorsión y la prevención del delito, en conjunto con las autoridades.
Por su parte, durante la reunión del grupo de Coordinación Territorial para la Construcción de la Paz en el Estado de México que se llevó a cabo en la zona sur de la entidad, los presidentes de asociaciones de taxis, tablajeros, hoteleros, lugares turísticos, artesanos, restauranteros y miembros de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), expusieron que el turismo se ha visto afectado en esta región de la entidad, debido a la inseguridad que se ha presentado.
Expusieron que debe existir una corresponsabilidad entre autoridades y empresarios, para sumarse en la cultura de la denuncia y atacar la violencia que afecta al sector turístico en todas sus formas y con ello reactivar la economía con la creación de empleos y se evite cerrar comercios y establecimientos que a su vez alejen a los visitantes y turistas.
