Villa Guerrero/Estado de México
Los floricultores mexiquenses piden ayuda. La contingencia sanitaria por el Covid-19 los ha llevado a la quiebra, tan sólo Martín Ramírez, propietario de uno de los 60 invernaderos en la comunidad de Ejido Francisco Zarco, dijo que cada semana tira a la basura hasta 5 mil flores entre rosas y gerberas que se pudren porque no hay quien las compre.
El floricultor reveló que está “desesperado”, pues por ejemplo en su caso mandó a descansar a los cinco peones que le ayudan a fumigar y cuidar de las “camas” cómo se llama a la hilera de plantas del invernadero, pues no hay dinero para sostener los salarios.
“Les estamos pagando entre 500 y 700 pesos por semana, sólo van dos días a trabajar pero antes ganaban entre mil 500 y 2 mil pesos, iban los siete días, solo que ahora no hay recurso para comprar fertilizantes, fumigadores ni nada, pero pues que ganen de eso a nada”, lamentó.
Reconoció que si bien las flores no son artículos de primera necesidad, para ellos es el sustento de sus hogares, porque en su caso, dependen de esta actividad cuatro familias contando hijos, nietos y ninguno tiene otro ingreso.
“Todos los compradores nos han cancelado, por ejemplo los que llegaban de Jalisco, los pedidos otros países y el interior de la República, es que todo está cerrado, las florerías no venden y si llegan a venir al mercado de flor, apenas si piden una corona o un florero”.
Aseguró que en la semana pasada tiró al menos 200 paquetes de 12 gerberas, es decir, hasta 2 mil 400 flores y 90 docenas de Rosa, que suman mil 80 tallos. Sin contar que debido a las altas temperaturas se están llenando de plaga, al menos tres diferentes tipos que se están acabando los sembradíos.
