Toluca/Estado de México
Luego de 116 años de tradición, las famosas "Alacenas" en Toluca permanecen como punto de reunión a la hora de comer de ciudadanos; diputados, alcaldes, gobernadores, expresidentes y hasta aspirantes a la presidencia de la República, han pasado por este lugar.
Fue el 16 de enero de 1905 cuando se colocaron las primeras alacenas para dar un lugar digno a los comerciantes de la época y embellecer la imagen de la ciudad. En sus inicios, se trató de pequeños puestos hechos de madera, pero con el tiempo se modificaron hasta lo que conocemos actualmente y lograron convertirse en un punto de referencia gastronómica en la capital mexiquense.
Ubicadas en los pasillos que rodean la plaza Fray Andrés de Castro, ofrecen desde tacos de guisado, de obispo, dulces típicos, garapiña, artesanías y tortas, de estas últimas destacan las famosas Tortas del Ojeis, abiertas desde 1906 y desde hace más de 40 años instaladas en Las Alacenas.
De las 112 alacenas que abrieron hace más de un siglo, hoy sobreviven 62, que guardan recuerdos y anécdotas de familias que luego de varias generaciones han pasado sus días en este lugar, pues estos pequeños puestos no se venden, se heredan de padres a hijos.
Al grito de "pásale, pásale", los comerciantes invitan a los ciudadanos a comer en alguno de estos negocios, quienes a su paso huelen los guisos que constantemente se calientan para recibir a los clientes preparados para ofrecer un taco al momento. Además, cumplen el antojo de todos, pues los comensales hacen sus propias combinaciones de guisos.
Alrededor de cada alacena es común ver personas de pie degustando sus alimentos, la habilidad del toluqueño que por años ha comido en este lugar le permite saber tomar con una mano un refresco, una servilleta y un plato, mientras que con la otra mano toma su taco o torta para comer.
Los comerciantes coinciden que ni la pandemia podrá acabar con la tradición, aunque reconocieron que mientras atendían a más de 200 clientes al día, bajaron sus ventas con el confinamiento, no obstante, permanecen optimistas y siguen haciendo "con cariño" cada guiso.