Estado de México
En el Estado de México 36 escuelas de 26 municipios participan en el programa Escuelas Ahorradoras con Sistema de Captación de Agua Pluvial, cada sistema tiene la capacidad de captar 17 pipas, en total, los 36 sistemas podrían captar 10 millones de litros de agua en total, aseguró Sylbeth García Boone, Directora General de Coordinación con Organismos Operadores de la CAEM.
La meta es asegurar que en el regreso presencial a clases los niños cuenten con la higiene que requieren para evitar la propagación del Covid-19.
En entrevista dijo que, del total del agua captada, 78 mil litros se podrían purificar para consumo humano y los 134 mil restantes serían utilizados en los baños, limpieza general y el riego de jardines.
Explicó que son sistemas "sencillos" que requieren de la participación de la comunidad educativa y los padres de familia, pues el objetivo del programa es garantizar a la comunidad estudiantil el acceso al líquido, con una calidad apta para su consumo.
Precisó que la cosecha de agua es toral, pues hay 10 millones de mexicanos sin agua, por diversas razones como el cambio climático que desde hace años apremia y poco de ha hecho para revertir o prevenir sus daños. "Nosotros sacamos el agua de los mantos acuíferos más rápido de lo que se alcanza a recargar de manera natural".
En este sentido, dijo, la idea con esta política pública es volver a lo más básico, y rudimentario, que es captar el agua de lluvia. De modo que el primer esfuerzo que inició el año pasado en las escuelas mencionadas, entre ellas una con planta tratadora de agua que permite explotar además, un esquema de negocio pues la gente de alrededor podrá comprar el líquido a la escuela donde van sus hijos.
Son instituciones en zonas en condiciones de vulnerabilidad, y esta captación representa mil 76 pipas que las escuelas dejarán de comprar para abastecer del servicio a la comunidad. "No podemos dejar de captar ni una gota de agua en la próxima temporada de lluvias", dijo.
Estos sistemas son básicos, se trata de canaletas que conduce a través de tubos el agua que cae entre los primeros seis y 10 minutos de lluvia hacia un separador donde se almacena, de nombre Tlaloque, que sirve para sacar la tierra y polvo, lluvia ácida; enseguida se capta todo lo demás que cae de agua para almacenarse en tinacos que son clorados, para que tenga la calidad y la durabilidad adecuada. Una vez ahí se puede disponer para lavar patios, los baños y lavarse las manos, solo no es para beber.
Esta iniciativa será replicada en otras escuelas, con la finalidad de mejorar la captación del recurso y aprovechar el agua de lluvia, con ello, mejorar la operación de algunos servicios en las inscripciones y también se estudia si será útil para edificios públicos.