Toluca/Estado de México
Unir puntos, cruzar agujas, encontrar modelos y colores, combinaciones de texturas, además de puntadas, pasó de ser una terapia ocupacional a una forma de sustento, dijo Érika Ocampo, quien quedó paralizada de la mitad del cuerpo tras sufrir un accidente carretero.
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Si bien su pasión eran las motos, la natación y el deporte, desde hace tres años su vida cambió al quedar inmovilizada de la cintura hacia abajo.
"Al principio no me veía moviéndome de nuevo y mucho menos ser independiente."
El impacto del automóvil contra ella, inicialmente la dejó inmóvil desde los brazos y durante su rehabilitación, se decidió a no dejarse vencer.
"Lo primero que aprendí a hacer fue tejer con las manos y después con gancho", relató.
Narró que si pasó 32 años caminando, disfrutando de la vida, siendo maestra de natación, un año sin movimiento no sería su fin.
"Una silla de ruedas no me limita, la lesión en la médula no es lo que soy", por lo que durante la pandemia, encontró una fuente de ingreso y en diciembre pasado, compró estambres, comenzó a realizar bufandas con las manos como una terapia ocupacional y después emprendió su negocio.
Junto con su amiga Ángeles, quien la ayudó a poner su negocio comenzó a hacer gorros, chalecos y amigurumis, muñecos tejidos con gancho.
La fortuna les ha sonreído de tal manera, dijo, que ahora puede vivir de ello.
Érika se convirtió en una de las 11 millones de mujeres que, de acuerdo con datos del 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presenta una discapacidad y de las que sólo el 27.9% son económicamente activas.
Actualmente Érika vende sus productos a través de su página de Facebook “Doña Chambritas” o vía WhastApp al número 7223966287, se trata no sólo de una herramienta para sobrevivir en medio de la crisis económica por la pandemia o una forma de ganar dinero. El proyecto se ha convertido en un aliciente para reconstruir su vida, reconquistar sus sueños, redefinirse como persona.
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Su sueño es regresar a nadar, a dar clases, a competir, en cuanto su cuerpo se fortalezca lo suficiente; sentir de nuevo la adrenalina en las brazadas, cómo el aire llena sus pulmones en cada bocanada y poder ser independiente física, económica y espiritualmente.