Toluca/Estado de México
Desde hace 18 años la señora María de Lourdes Moya se dedica a vestir niños Dios, este año se dijo “bendecida” porque lograron permisos para su instalación detrás del Parque Luis Donaldo Colosio en la Terminal de Autobuses de Toluca; sin embargo, las ventas se han visto muy bajas, hasta 50% menos de clientes han llegado, toda vez que debieron elevar los precios en 20%, pues los costos elevaron y oscilan entre 250 y 350 pesos, dependiendo el tamaño, el tipo de vestimenta o los aditamentos.
Este negocio es uno de los 50 que se instalaron en el estacionamiento del parque, junto al Mercado Juárez, en donde se observan pocos asistentes, pues no fue difundido el lugar al que fueron enviados, consideró la señora Moya.
Aquí es posible encontrar vestimenta desde un centímetro de altura hasta los niños más grandes de 10 centímetros; la variedad va de los color blanco -los más solicitados-, hasta El Señor de la Misericordia, El Niño Doctor, De la Rosa, de Los Ángeles.
La señora consideró que es una tradición que se pierde más por el costo de los ropones y arreglos que por el desinterés, pues este año tuvieron que elevar el costo hasta en 20%, pues el material subió su precio hasta en 40%.
Ella heredó este negocio de su difunto esposo, que aprendió a trabajar como una tradición familiar y con el tiempo se unió su amiga Patricia Morales, que al ver la curiosidad con la que elabora cada vestido, capa, gorro, los zapatos, los trajes tejidos para las figuras más pequeñas y esto la motivó para unirse.
Desde el mes de octubre se preparan para adquirir velas, corazones, sonaja, mamila, chupones, palomitas, el tejido de los trajes, la ropa, algunos de los vestidos los compran hechos y otros los cosen en la máquina. “Casi no tenemos de tela para los más pequeños porque cuestan más trabajo, el tejido me llevo hasta dos días en hacerlos”.
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Admitió que el año pasado fue más económico el precio de la ropa y pese a que su objetivo es vender lo más barato que se pueda, en este momento no lograron contener los costos, pues además de pagar por el permiso para instalarse, pagaron comidas, desayunos y gel antibacterial, cubre bocas, además de mantener otras medidas sanitarias.
“En este momento los contagios son muchos pero es más controlable, por eso esperamos que la gente decida venir, los vestidos están entre los 250 y los 350 pesos. Los dábamos en el 2019 a 180 y 160 pesos, pero el costo depende del tamaño y el tipo, pero tenemos hasta 50% menos gene, no sabemos si no quieren salir o si el desempleo impide que lleguen”, lamentó la señora Moya.
