Toluca/Estado de México
Hasta la broma para felicitar a la gente por el Día de las Mulas se ha perdido, la celebración del Corpus Christi tuvo poca afluencia en la Catedral de Toluca, aunque algunas personas lo encuentran normal, pues "la religión es un valor que se ha olvidado".
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La señora Rosa del Pilar dijo que son pocos quienes mandan a sus hijos a misa o llevan a sus hijos al catecismo:
"Mucho menos le van a enseñar a sus hijos el significado que tienen las mulitas", comentó.
En el atrio de la catedral y a unos metros de la iglesia Santa Veracruz, en el corazón de Toluca, de nueva cuenta se instalaron los productores y artesanos que se dedican a la elaboración de estas piezas, algunas de ellas hasta de 2 metros con tonos cafés y atados con diferentes objetos y alimentos referentes a esta tradición.
El Corpus Christi es una celebración católica que tiene como su principal finalidad proclamar y aumentar la fe de los creyentes en la presencia real de Jesucristo en el sacramento, dándole públicamente el culto de adoración al jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que a su vez tiene lugar el domingo siguiente a Pentecostés, es decir, 60 días después del Domingo de Resurrección.
Para la señora Rosa comprar estas figuritas, que van desde el medio centímetro hasta los más de 2 metros, anteriormente se había considerado incluso una broma tradicional entre familias y amigos, pero eso ya ha quedado atrás.
"Anteriormente era muy común que nuestra madre o padre nos regalara una mulita, para recordar que debíamos ir a comulgar, antes comulgábamos cada viernes o sábado, además del domingo, pero ya no existe esto", dijo.
Señaló que las artesanías dedicadas al Día de la Mula vienen de Guerrero, no es propia de Toluca, lo que confunde de alguna manera a la gente:
"Estamos entrando en una ideología sin patria, sin familia y sin Dios. Vemos que los jóvenes no llegan a la iglesia, ya olvidaron las tradiciones, no saben nada y tampoco les interesa aprender", lamentó.
Consideró que los adultos mayores incluso se han alejado de la religión y las costumbres, por la misma dinámica diaria, por los problemas económicos, el contexto social y se va perdiendo, por lo que no debe quedar solo en los adultos mayores sino en la familia.
