Toluca
Los habitantes de Santa Cruz Azcapotzaltongo, municipio de Toluca, demandan la respuesta de las autoridades municipales y de Salud del Estado de México para el retiro de una antena telefónica, con 30 metros de altura, que el propietario de un predio particular en la calle Reforma siete, que presuntamente instaló sin permisos, pero que pone en peligro la vida de los vecinos.
Guadalupe “N”, una de las vecinas platicó que este equipamiento es para telefonía pero hasta el momento no recibieron atención por parte de las autoridades de la Secretaría de Salud, excepto que el ayuntamiento suspendió la obra, solo que los trabajadores rompieron los sellos y continuaron trabajando.
“El problema es que excavaron apenas tres metros de profundidad y encontraron un cuerpo de agua, que pensamos es un pozo, el suelo es fangoso y no pudieron seguir trabajando, pero dejaron ahí la estructura, pero nadie más viene a revisar las condiciones en que se encuentra esta construcción”.
Los vecinos sacaron pancartas y mantienen una vigilancia las 24:00 horas del día para impedir el paso de trabajadores y que el propietario regrese para tratar de continuar con esos trabajos.
“Lo que nosotros comprobamos es que es un peligro para la salud, por ejemplo esta antena ya recorrió al menos cuatro comunidades de Toluca en donde los vecinos rechazaron la instalación por los mismos motivos que nosotros, pero en este caso nadie nos hace caso”.
Los inconformes acusaron haber recibido amenazas por parte del propietario del lugar, además de los delegados, quienes no consultaron a los habitantes si estaban de acuerdo con la instalación, aún así fueron los responsables de dar el permiso para continuar con la construcción.
Dijeron que están dispuestos a bloquear calles, incluso a boicotear las elecciones de alcalde y diputados locales en caso de no ser considerada la demanda que lanzaron desde hace tres o cuatro meses, pues inicialmente les dijeron que estaban construyendo locales comerciales, pero tiempo después identificaron la antena, que presumen, podría poner en peligro la salud de mujeres y niños.
El lugar se encuentra vigilado las 24:00 horas por una patrulla municipal, aunque la gente se ha dividido en brigadas para resguardar el sitio e impedir que continúen los trabajos.
