Tejupilco/Estado de México
Enclavada entre montañas y paisajes que alguna vez atrajeron a visitantes locales y foráneos, la presa de Bejucos, ubicada en los límites entre el Estado de México y Guerrero, cumple más de una década de abandono, arrastrando consigo el recuerdo de una época en la que fue símbolo de vida, sustento económico y orgullo comunitario.
No te pierdas la Feria de la Nieve Artesanal 2025 en #Tejupilco
Durante años, este cuerpo de agua fue aprovechado para la crianza de trucha y tilapia, actividades que no solo generaban empleo, sino que también impulsaban el turismo rural y fortalecían la identidad de la comunidad. Hoy, lo que queda es un paraje desolado, invadido por el pez diablo, una especie invasora que ha desplazado a otras especies, y sin ningún proyecto de rescate por parte de las autoridades estatales.
Los habitantes de Bejucos aseguran que han solicitado, en reiteradas ocasiones, la intervención de la Secretaría del Campo y de su antecesora, la SEDAGRO, sin recibir respuesta.
“La presa no solo tiene valor ambiental, también tiene historia, belleza y potencial económico. Pero lleva más de diez años olvidada”, denunció uno de los vecinos afectados.
La comunidad insiste en que el rescate de la presa no solo devolvería la vida al ecosistema local, sino que podría activar la economía de la zona, generar empleos y fomentar nuevamente el turismo. “Lo que pedimos no es imposible: limpieza, control de especies invasoras, inversión en acuacultura y promoción turística. Solo hace falta voluntad”, expresaron.
Hoy, la presa luce descuidada, con aguas turbias y sin visitantes. Atrás quedaron los días en los que era un lugar favorito para pasear, convivir en familia o capturar momentos inolvidables en fotografías.
La comunidad aún guarda la esperanza de que este lugar recobre su esplendor y vuelva a ser lo que fue: un punto de unión, vida y orgullo para Bejucos.
#Video: #Alerta: vuelca pipa de gasolina en la autopista Toluca-Atlacomulco