Toluca/Estado de México
En el fraccionamiento de Real San Pablo, localizado en la delegación de San Diego Linares, municipio de Toluca, al menos 40 viviendas se inundaron debido a las fuertes lluvias registradas en los últimos días; sin embargo, los habitantes reclaman que desde hace 10 años cada temporada los daños son severos, al grado de haber abandonado las viviendas pues no hay solución.
Zoraida Salgado Valderrama, una de las afectadas reclamó que la empresa constructora ARA no entregó la obra al ayuntamiento de la capital mexiquense, de modo que éste lo único que brinda es atención en casos extremos como que los vecinos queden atrapados dentro de las casas o solicitar al encargado de las bombas que acuda a liberar el agua.
“Los drenajes no sirven, son muy pequeños para la cantidad de agua que se acumula en esta zona, lo peor es que se trata de al menos siete calles, en cada una cerca de seis viviendas son las inundadas, con aguas negras, porque incluso se sale el agua por el drenaje”, lamentó la señora.
En este lugar, varios menores presentan algunas enfermedades como gripa, males estomacales y dolores de cabeza por el olor a podrido que deja el agua y la humedad de las viviendas.
En un recorrido por la calle de Atlacomulco, todas las casas tienen escalones y pequeñas bardas para impedir que se filtre el agua, pero eso no sirve como contención, solo para impedir que el lodo se meta a las viviendas.
“Es frustrante lo que pasa porque nadie nos apoya, el ayuntamiento no nos respalda y tampoco lo hacen los de la constructora. Hemos intentado dejar de pagar, pero es imposible porque muchos estamos pagando mensualmente a través del descuento al salario”, dijo María de los Ángeles.
En su caso, los tres nietos y sus dos hijos pequeños con quienes vive, tienen problemas de salud porque la humedad es insoportable, el agua se filtra no sólo a través de la puerta sino también por los techos, puesto que aún con la impermeabilización, la humedad ha carcomido las construcciones.
Por las calles se observa a los vecinos barriendo el lodo, tratando de liberar las alcantarillas para que permitan el fluido del agua; sin embargo, no es la solución, porque la cantidad de lluvia que cayó en los últimos días, es demasiada.
“A todos se nos echan a perder las cosas, el problema es que lo estamos perdiendo todo, a veces ya dejamos así húmedo hasta tratar que se sequen sillones o muebles pero ya no volver a invertir en cosas que se perderán con la próxima lluvia”, refirió María de los Ángeles.
