Tenango del Valle/Estado de México
La flor de cempasúchil ya casi no es cultivada entre los productores de San Francisco Putla, municipio de Tenango del Valle, poca de ella se vende y muchas veces el cambio de clima la quema, por eso les da miedo perder la inversión, pues dos años atrás murió más de la mitad de la siembra en una helada; sin embargo, se preparan cosechando nube, alhelí blanca y morada o la crisálida igual de comunes para utilizar en la celebración del Día de Muertos.
Eduardo Esquivel Solano, propietario de dos hectáreas de siembra en el poblado de Tetetla, ubicado en la carretera que conecta de Tenango a Tenancingo, dijo que la mayor parte de la producción la llevan a Querétaro, la Ciudad de México, los municipios de Tenango, Tenancingo y apenas 10 por ciento llegará a la Central de Abasto en Toluca. Los campos se observan blancos y morados, algunas hectáreas se pintaron de naranja y otras -muy pequeñas- con calabaza verde para la temporada de muertos.
"Es una excelente época de venta para nosotros, un ramo de nube lo vendemos en 10 pesos, de cempasúchil en 35 y de alhelí en 50 pesos igual que las crisálidas. Son manojos, lo que llaman en algunos lados como gruesa, no los ramitos con 10 o 15 flores", dijo ...
A partir de los últimos días de octubre y hasta el dos de noviembre esperan vender toda su producción, familias completas desde niños con apenas dos o tres años de edad hasta los más grandes salieron con hoz en mano para cortar la flor.
Explican que las rachas de las últimas temporadas en noviembre fueron pésimas, cuando no son heladas que manchan la flor, ocurre que les impiden llegar a los mercados o los panteones, pues los lugares ya fueron asignados y ganan apenas 20 o 25 pesos por gruesa, pues el intermediario le gana lo doble.
“En estos días cortamos unas mil o mil 500 de nube, y a veces cuando llega a elevar el precio llega hasta los 25 pesos, casi para Toluca no llevamos sólo los que nos vienen a comprar hasta acá que a veces se la llevan a la capital pero nosotros sólo las transportamos hasta allá”.
Este campesino sembró apenas un par de hectáreas de flor, comenzó en agosto a cultivar la producción que confían terminar al 100 por ciento en noviembre, pero hay huertas que se quedan completas porque cuando está muy blanca la nube o demasiado naranja el cempasúchil, ya no se vende.
