El presidente ruso Vladímir Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un, se reunieron en Vladivostok para su primera cumbre bilateral, después del desarme nuclear. Ambos líderes, comenzaron la reunión solos con los traductores y después se unirán sus delegaciones, además estrecharon las manos calurosamente sobre la alfombra roja.
Putin con la visita de Kim busca reforzar su perfil como potencia global; le ofreció la ayuda de Rusia para desbloquear las conversaciones sobre su programa nuclear.
Aplicaron el tradicional intercambio de regalos. Putin a Kim una moneda conmemorativa; Kim al presidente ruso un sable, ambos líderes han mostrado una gran cercanía.
El líder ruso dio la enhorabuena a Kim por haber sido reelegido presidente de la Comisión de Asuntos Estatales por la Asamblea Nacional Suprema del Pueblo; Kim devolvió la felicitación al presidente ruso por ganar las elecciones el año pasado.
Y así, empezó una cumbre con la que ambos han querido mandar un mensaje al mundo: Kim, que no está solo y Putin, que es también uno de los jugadores diplomáticos en los asuntos clave para la seguridad global. “Creo que esta reunión será productiva ya que la situación en la península de Corea es de gran interés para el mundo entero”, dijo Kim.
Por otra parte, el presidente Putin felicitó al líder norcoreano por sus “esfuerzos” de diálogo con Corea del Sur y para normalizar las relaciones con Estados Unidos. La visita del norcoreano, ayudará a comprender mejor las formas de resolver la situación en la península de Corea. Putin dijo que la reunión servirá para ver qué cosas pueden hacer juntos ambos países y qué puede hacer Rusia para apoyar esos procesos positivos que se están desarrollando.
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