A primera hora de esta mañana, en la sala de reuniones del Estado Mayor conjunto de Estados Unidos, el lugar más seguro del Pentágono, estaban el ministro de Defensa de Funciones, Patrick Shanahan; el de Exteriores, Mike Pompeo y el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton. Un portavoz del Pentágono dijo que “discutieron opciones de intervención militar en Venezuela”.
Con la presencia de alguno de los más altos mandos militares de Estados Unidos, llevaron a cabo la primera reunión a nivel ministerial, para hablar de la intervención que Donald Trump lleva advirtiendo meses. Bolton, su asesor de Seguridad Nacional, se ha convertido en el principal defensor de la necesidad de movilizar tropas, después de que Nicolás Maduro siga en el Poder después de tres meses de presión diplomática, sanciones económicas y hasta un embargo al crudo venezolano.
Mike Pompeo, el jefe de la diplomacia norteamericana, planea reunirse el lunes con su homólogo ruso, Sergéi Lavrov, aprovechando la asistencia de ambos al Consejo del Ártico en Finlandia. El martes pasado, Pompeo acusó a Rusia de haber frustrado un plan de huida de Maduro a Cuba.
A pesar de que los ministros de defensa estadounidense no descartan una posible intervención militar en el país suramericano, por el momento su postura ha sido la de abogar por dar espacio al diálogo para que se produzca un proceso pacífico de cambio de gobierno en esa nación.
La Organización de Estados Americanos (OEA), evalúan llegar a aprobar una resolución de condena a la injerencia militar extranjera de Cuba y Rusia en Venezuela; analizan vías para proteger a los civiles de los excesos del régimen de Maduro incluso con la movilización de efectivos militares.
Por otra parte, la Unión Europea considera que la decisión de España de alojar en su embajada de Caracas al líder opositor, Leopoldo López, es una “decisión nacional”, pero ha incitado al régimen venezolano a respetar la inmunidad diplomática de la delegación.