La calma llega con la proclamación de alto al fuego por parte de las facciones armadas palestinas, tras la reunión celebrada ayer por la tarde en El Cairo, entre oficiales de la Inteligencia egipcia y líderes de Hamas y Yihad Islámica, y la mantenida Jerusalén del gabinete de seguridad encabezado por el primer ministro y titular de defensa, Benjamín Netanyahu.
Más allá del cese de los ataques mutuos, el alto al fuego pasa por los acuerdos llegados el mes pasado hacia una tregua a largo plazo bajo la mediación de Egipto, Catar y el enviado especial de la ONU, Nickolay Mladenov sobre las medidas que alivien la situación económica.
Con las advertencias de Yihad y Hamas de reanudar el lanzamiento de proyectiles y globos incendiarios contra el sur de Israel, ante lo que denunciaban como “falta de cumplimiento del gobierno israelí del calendario pactado para poner fin al sufrimiento e ilegal bloqueo de Gaza”.
El ataque de respuesta militar alcanzó una base de Hamas matando a dos milicianos, el sábado en la mañana, Yihad y Hamas respondieron con el mayor ataque de proyectiles desde 2014, lo que provocó una masiva represalia militar en Gaza, desatando una cadena que Egipto ha logrado frenar evitando un conflicto bélico similar al del Verano de 2014.
El ex jefe del Estado Mayor israelí y ahora diputado, Benny Gantz, criticó el alto al fuego: considera que supone “una nueva rendición al chantaje de Hamas y las organizaciones terroristas” y ha mostrado su esperanza de que “si se renueva la violencia, la respuesta será severa”, informó el diario Haaretz.
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