Toluca/Estado de México
Debido a prácticas expuestas a través de redes sociales como Tik Tok, ha incrementado el tráfico de animales como guacamayas, loros, el mono araña, el mono saraguato, reptiles, felinos y el tucán, señaló Ernesto Zazueta Zazueta, director de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM).
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Explicó que presentar imágenes de estas especies las han convertido en el blanco de traficantes, práctica que obedece a una moda impuesta por las redes sociales.
El especialista agregó que este fenómeno creciente no sólo significa sacar a un animal de su hábitat, sino la muerte de su manada o parvada, pues para capturar uno, mueren decenas.
“Desgraciadamente lo han agarrado de moda, si te fijas en muchos Tik Tok, artistas, influencers, tienen sus monos araña, nosotros hemos mandado el mensaje de que es algo prohibido que no debería suceder, pero existe mucho".
Apuntó que antes era muy claro quiénes se dedicaban a estas prácticas, ahora cualquier recurre a la compra de una especie en peligro de extinción, un fenómeno que se está dando mucho porque desgraciadamente todo mundo quiere imitar al otro.
Los estados en los que ha aumentado este delito, son: Chiapas, Veracruz, Sinaloa, Nayarit, lo que ha generado un grave impacto ambiental.
“De cada 100 animales, 80 se muere, en el lapso de que los atrapan a cuando llegan a otro punto. Además, cuando atrapan a un mono araña, por lo regular matan a media tropa", lamentó.
Sin embargo, no es la única problemática, ya que actualmente se enfrentan a una sobrepoblación en los zoológicos con los animales decomisados, aunque no siempre pueden asegurar su supervivencia ya que muchos de ellos llegan al borde de la muerte.
Se estima que el 70% de las especies cazadas mueren, ya que pasan por una serie de situaciones complejas, tanto en los traslados, como previo a ellos, desde violencia, abandono y desnutrición, entre otras.
La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México reconoció que, si bien el gobierno federal no ha sido omiso, no cuenta con los inspectores suficientes ni las herramientas para poder frenar la extracción de animales exóticos de las selvas.