Ciudad de México
Este jueves 17 de octubre, el Senado de México aprobó la reforma constitucional que reintegra a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresas públicas.
Presenta Sheinbaum iniciativa para brindar seguridad social a trabajadores de plataformas
La decisión, que se tomó con 86 votos a favor, 39 en contra y una abstención, permitirá que estas entidades vuelvan a tener un papel central en el sector energético del país.
La reforma modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, eliminando el concepto de “empresas productivas del Estado” y restableciendo la responsabilidad social de Pemex y CFE.
Se aclara que las actividades de empresas privadas no tendrán prioridad sobre las de las empresas públicas, cuya misión es garantizar el servicio de electricidad de manera accesible y continua. Además, la CFE deberá proveer electricidad al menor costo posible, evitando el lucro, lo que busca fortalecer la soberanía energética del país.
?#ÚLTIMAHORA Con 86 votos a favor y 39 en contra, el Senado aprueba, en lo general y en lo particular, minuta de reforma en materia de áreas y empresas estratégicas
— Canal del Congreso (@CanalCongreso) October 17, 2024
?Se remite a los congresos locales pic.twitter.com/9ofiHQhLV6
Se estableció que no se otorgarán concesiones privadas en el sector del litio y que las funciones del Estado en áreas estratégicas, como el servicio de Internet y la planificación del sistema eléctrico, no se considerarán monopolios.
La senadora Laura Itzel Castillo, de Morena, destacó que este proyecto es un paso firme hacia la recuperación de la soberanía energética, señalando que revierte los cambios realizados por la reforma energética de 2013, la cual, según sus críticos, debilitó a Pemex y CFE.
Por otro lado, senadores de la oposición, incluidos miembros del PAN y PRI, expresaron preocupaciones sobre la viabilidad económica de Pemex y CFE sin la participación de capital privado, argumentando que la reforma podría comprometer el futuro energético de las siguientes generaciones.
Imelda Sanmiguel Sánchez, del PAN, calificó la reforma como una regresión en materia energética, mientras que otros, como Clemente Castañeda Hoeflich de Movimiento Ciudadano, criticaron la falta de enfoque en la transición hacia energías limpias.
Hoy se tenía que decidir entre regresar a un pasado de energías contaminantes, que solo consumen los impuestos de los mexicanos; o apostarle a un futuro verde y competitivo.
— Lupita Murguía (@LupitaMurguiaG) October 17, 2024
El oficialismo votó por el pasado, en Acción Nacional votamos por el futuro.
Votamos en contra porque… pic.twitter.com/NMn0mQlqQN
La reforma ahora pasará a las legislaturas estatales para su votación final, donde deberá ser aprobada por al menos 17 de las 32 legislaturas locales para su promulgación y entrada en vigor.
Estudio sobre pobreza y desigualdad en México gana el Nobel de Economía 2024