El Tribunal de Bélgica rechazó la entrega de los ex consejeros de la Generalidad catalana, Toni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret, acusados por el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, por el delito de rebelión, a la justicia española por un “defecto de forma”.
El abogado defensor de la causa de los ex consejeros, Gonzalo Boye, hizo valer un proceso de la doctrina del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), en la que es necesaria de una orden previa de detención nacional para que pueda hacerse efectiva una euroorden de extradición; generando que el Tribunal de Luxemburgo avalara la decisión.
“El defecto de forma está en todas las euroórdenes y no es subsanable. Convendría empezar a pensar si es correcto tener judicializada la política con estos errores y con este desconocimiento del funcionamiento de la justicia”, expresó el abogado en conferencia de prensa tras salir del tribunal.
Además, Boye, informó que esta estrategia será replicada en Alemania, con el cazo del ex presidente y líder independentista, Carles Puigdemont, ya que la justicia española no ha dejado de insistir en la acusación por delito de rebelión y malversación de fondos públicos.
Los ex consejeros señalaron que con este triunfo esperan un “efecto dominó” en sus casos, también pidieron que se resuelva la problemática por la vía política, fuera de los Tribunales. Por el momento, la justicia española podrá entregar otra euroorden, la cual sería la tercera enviada, en contra de los participantes en el referéndum del primero de octubre en Cataluña.
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