Serendipia

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Serendipia

Viernes, 02 Noviembre 2018 00:06 Escrito por 
Serendipia Con singular alegría

Desde que vivo en el Valle de Toluca, en medio de altos y fornidos pinos, y respirando el aire frío y tonificante de sus montañas, me cuesta ir a la Cdmx a comer con mis amigos. La excepción fue esta semana, por las ganas que tenía de ver a Vicky Bello y confrontar informaciones y evaluaciones de esta etapa singular de la política de México, con un presidente que no acaba de irse, y otro que cada vez que puede le agrega semanas a su sexenio.

En un pequeño restaurante del Paseo de la Reforma, frente al Senado, nos encontramos con el entusiasmo juvenil de los tiempos que ya son recuerdos. De sopetón y por pura serendipia, me topé con Alfonso Durazo, próximo secretario de Seguridad, acompañado de un amigo.

Alfonso y yo fuimos compañeros en el CREA: (Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud) y mi primera reacción al verlo, con la memoria de la pasión creadora de sus primeros años en la política, me sorprendió. No es para menos, tiene ya una pesada carga, más lo que le espera dentro de un mes.

Durazo conoce todos los frentes de la política y sus armarios. Era secretario particular de Luis Donaldo Colosio, del PRI, cuando lo asesinaron, como candidato presidencial, en Tijuana hace 24 años, el 23 de marzo. Luego fue, en desafortunado oxímoron, secretario particular y director general de comunicación social del presidente Vicente Fox, del PAN. ¡Qué conflicto ser, al mismo tiempo, el que guarda los secretos y el que difunde la información! De allí se despidió con una carta incendiaria de lo que pasaba en los delicados terrenos de la señora Martha Sahagún, Primera Dama. Ahora en un mes será el anunciado secretario de Seguridad Pública, del próximo presidente Andrés Manuel López Obrador, de Morena.

Me sorprendió gratamente ver que con él estaba Julio Scherer Ibarra, brillante hijo de Susanita y de don Julio Scherer García, fallecido hace tres años, a quien le pude expresar, de entrada, la admiración, respeto y afecto que mantengo por su padre, y de mi gran amistad con Miguel López Azuara. Su ilustre padre y mi amigo queridísimo, marcharon juntos por más de 25 años, entre Excelsior y Proceso. Además, María, su hermana menor, y mi hijo Luis Fernando Canudas Montaño, fueron compañeros en la Escuela Mexicana Americana de la colonia del Valle.

Como su padre, este Julio Scherer es un elegante caballero que, al irse, se levantó y me besó la mano, mientras yo lo felicitaba con mi deseo de que tenga éxito en su nueva tarea como Consejero Jurídico del presidente Andrés Manuel López Obrador. Para bien de todos. Será.

Agradable recuerdo, como el que conservo de los desayunos que tuvimos cerca de Chapultepec, poco antes de las elecciones, varios amigos y yo con Olga Sánchez Cordero, sin duda la figura más valiosa del nuevo gabinete presidencial. Ella será la secretaria de Gobernación. Está en la plenitud de su vida para ese paquete. También será.

 

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Gilda Montaño

Con singular alegría