El sueño dorado de cualquier comunicador sería que su mensaje se entendiera con claridad y moviera a la acción de los destinatarios de éste; que pudiera repetirse cuantas veces fuera preciso; que lograra el posicionamiento del sujeto, objeto de su comunicación; que la narrativa de sus campañas conectara con los públicos previstos en una estrategia de comunicación eficaz, al haberse generado los contenidos esperados por las audiencias, con base en estudios que así lo determinen o gracias a la sensibilidad supina del emisor en cuestión, lo que logra impactar, penetrar y ser recordado por largo tiempo.
Existe un comunicador en este país que sabe y lo sabe hacer muy bien: cuándo dar la nota, cuánto tiempo resonará ésta en los medios de comunicación y redes sociales y estará en el interés de la opinión pública; planea cuándo pasar al tema siguiente y así dictar la agenda nacional por hora y por día, a fin de dar los tiempos necesarios a su proyecto de país. Este comunicador se llama Andrés Manuel López Obrador, el Presidente de México, que tiene a la mayoría de los mexicanos, atentos y a no pocos, comiendo de su mano.
Algunos profesionales de la comunicación señalan que AMLO ha roto los paradigmas en esta materia (también en otras) y, cómo no, si en sus conferencias de prensa matutinas, y apariciones en público en otros foros, utiliza, cada vez con más frecuencia, términos religiosos -entre más popular es la audiencia, más-. Los “amlovers” se multiplican y el posicionamiento de un pastor iluminado se va consolidando. Los detractores enfurecen o se debilitan; los mercados se mueven, no hay contrapesos; las encuestas lo favorecen; la coyuntura propicia anotar el gol en varios temas; sus frases se ponen de moda; sus formas se hacen fondo y el ritual del mesiánico rock star se cumple
Todo esto seguirá siendo así, a menos que el péndulo macabro de la historia y del top of mind se cumpla y la popularidad del presidente López Obrador, al haber rebasado los límites de la exposición mediática, empiece a descender.
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@MargaJimenez4
