Por más esfuerzo que hago, no logro entender cuáles son las acciones para combatir la inseguridad en nuestro país. No son suposiciones o solo críticas, las estadísticas y la sensación de inseguridad de la ciudadanía lo dicen todo. Cada día que pasa nos enteramos de robos a casa habitación, de vehículo, a comercio, a transeúnte y también, desafortunadamente, cada día a personas cercanas o conocidas.
La delincuencia organizada sigue trabajando sin control, así como los cobros de piso y extorsiones, los enfrentamientos entre cárteles dejan una estela de sangre y muerte por todo el territorio nacional; pero ahora, no conformes con enfrentarse entre ellos, su principal cometido es atacar y amedrentar a la autoridad de los tres niveles de gobierno. Los presidentes municipales son blanco constante y, ahora, en nuestro querido estado atacaron a un fiscal que representa el principal bastión de la ley; persigue a los delincuentes y a quien coloquialmente definimos como el brazo de la ley.
No se sabe si la transición, al nuevo sistema de seguridad planteado, está siendo aprovechado por la delincuencia o simplemente no se cuenta con los elementos suficientes para dar resultados; insisto, la sensación de inseguridad es generalizada. Si a esto añadimos que en el nuevo sistema de justicia penal es mucho más fácil que los delincuentes afronten un proceso en libertad, los ciudadanos no entendemos qué está pasando.
Sin calificar al gobierno federal, porque eso cada ciudadano lo hará, sí puedo decir que para quienes hemos transitado profesionalmente en este medio, estamos viviendo un tiempo en el que no se han visto acciones que tranquilizan a la población y nos hagan sentir la paz social que merecemos. Esperemos que pronto salga de ese impasse y se logre dar tranquilidad a los mexicanos que todos los días damos lo mejor por nuestro país.
La cultura de la denuncia es muy importante, pero mientras la autoridad no recupere la confianza ciudadana, esta arma en contra de la delincuencia, no será utilizada ni tendrá el resultado que esperamos; sin embargo, mi consejo, estimados lectores, en que no dejemos de denunciar, para así contribuir a que el castigo llegue al delincuente; pongamos nuestro granito de arena para obligar a la autoridad que actúe de manera pronta y expedita.
Recordemos que nuestra participación es importante en la solución conjunta a la inseguridad.
Por cierto: La semana pasada se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, mi reconocimiento y admiración a toda aquellas que arriesgan su vida en pro de la sociedad, mujeres policías, bomberas, paramédicas, inspectoras forestales, heroínas anónimas.