Los Sonámbulos… Reconstrucción: alternativas financieras

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Los Sonámbulos… Reconstrucción: alternativas financieras

Jueves, 28 Septiembre 2017 04:34 Escrito por 

La demagogia ha sido hasta ahora la principal “vía” que se ha propuesto para comenzar a reconstruir los daños generados por los recientes sismos. Pero hay otras alternativas que podrían explorarse y que, curiosamente, no han sido mencionadas, tal vez porque sería el inicio de la modificación del templo fundamentalista que sostiene al neoliberalismo económico y a su cofradía depredadora en nuestro país.

Veamos: los “estimatólogos" refieren que los sismos significarán 1 por ciento del PIB, 2 por ciento menos que en 1985. Este año, el gobierno programó 608 mil millones de pesos para el pago de intereses de la deuda pública, lo que representa el 2.8 por ciento del PIB. Ese desembolso por pago de intereses es 18 veces el presupuesto de partidos, INE y Fondo de Desastres (juntos suman unos 35 mil millones de pesos).

Si es cierto que los daños por los movimientos telúricos rondarán en 1 por ciento del PIB, con diferir 50 por ciento del pago de intereses hasta “sobraría” para la reconstrucción.
Como dato, para el año próximo se calcula que el pago de intereses absorberá cerca de 3.3 por ciento del PIB. Una millonada sin despeinarse, de una deuda pública que pasó de 39 por ciento a 49 por ciento del PIB durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Esto hay que remarcarlo: la deuda aumentó 10 puntos porcentuales del PIB (poco más de 2 billones de pesos actuales, equivalentes a algo así como 120 mil millones de dólares al tipo de cambio actual), sin inversiones de beneficio para el país, sólo para excitar la irracionalidad casinera y sin controles de rentistas especuladores, nacionales y extranjeros, que han golpeado sistemáticamente al peso y “obligado gustosamente” al Banco de México a elevar la tasa de interés para que no se lleven sus dólares a otro paraíso fiscal.

A la vista tenemos, pues, ganancias de 10 puntos porcentuales del PIB a punta de especulación, las cuales cubrirían los daños de 10 fenómenos telúricos como el reciente, tomando en cuenta el cálculo referido por los “estimatólogos”.

Si las previsiones fallaran (algo por demás normal entre los especialistas de la adivinanza económica) y si esa esa propuesta no resultara suficiente, el Banco de México ha inflado el pecho, cada vez que puede, respecto de que dispone de más de 173 mil millones de dólares de reservas (con todo y que bajó 94 millones de dólares, según el corte de Banxico del 22 de septiembre, aunque tiene una línea de crédito flexible por 80 mil millones de dólares por parte del Fondo Monetario Internacional -FMI- que, claro, cuesta una millonada de dólares anuales).

Parte de esa reserva puede tener un fin distinto al que hasta ahora se le ha dado y que ha sido el de dar cumplimiento al fundamentalismo de la doctrina del doctor Agustín Carstens Carstens y sus adláteres en el gobierno para alimentar las prácticas especulativas, además de subastar dólares a lo bestia, todo bajo el encubridor canon de “libre mercado” que, parafraseando a John K. Galbraith, es el más favorecido en tiempos de caos y emergencias.

Lo estamos viendo: de eso no se habla y es preferible excitar a las masas y estimular sus sentimientos destructivos o de revancha para que, al final y como prueba la historia, sus supuestos benefactores terminen volviéndose contra ellas.

La clase política, sabedora de su espesa suciedad, está en su papel protagonizando un falso acto de contrición y de hipócrita solidaridad, muy propia de demagogos. Eso es la propuesta de reducción o eliminación de prerrogativas de los partidos políticos para destinar esos fondos a la reconstrucción y apoyo de los afectados por los sismos.

Sin duda el griterío ha sido asaltado por una incontestable verdad: el hartazgo contra gobernantes y partidos políticos. Quedó claro cuando, al calor de la tragedia, estudiantes de la Universidad del Estado de México (UAEM) increparon al presidente Enrique Peña y al gobernador mexiquense Alfredo del Mazo; vecinos procedieron igual con Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Segob, ni qué decir de los vecinales puntapiés en el trasero del delegado de Xochimilco de la Ciudad de México, Avelino Méndez, amén de los recordatorios familiares en contra del gobernador de Morelos, Graco Ramírez, por intentar “adornarse políticamente” con apoyos de particulares y agrupaciones para los afectados.

Pero no se debe creer que por ello las dirigencias partidistas van a disponer de menos fondos ya que para eso están los poderes económico y criminal, evasores de impuestos en paraísos fiscales y narcos, principalmente.

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Jesús Delgado

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