¿Hay razones para festejar?

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Publicado en Opinión

¿Hay razones para festejar?

Miércoles, 12 Junio 2019 00:06 Escrito por 
¿Hay razones para festejar? Lo bueno, lo malo y lo serio

La imposición de aranceles a todos los productos mexicanos que se iba a aplicar en razón del 5% mensual a partir del lunes 10 de junio, para hacerlo así cada mes hasta llegar al 25%, desató una angustiosa y desesperada reacción del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para evitar lo anunciado unilateralmente por el presidente estadounidense Donald Trump.

Acostumbrado a ejercer presión en su muy particular estilo personal, el magnate lo hizo de nuevo, tomó a México como su rehén para impulsar su reelección del año venidero, así como lo ha hecho cada que le apetece, porque sabe que el tema migratorio, que era su objetivo, es uno de los que le reditúa más para garantizar su ansiada permanencia en el gobierno de su país.

El problema en sí, no tenía nada que ver para Trump con las condiciones del tratado económico que sostiene con nuestro país, sino con la migración de cientos de miles de personas que persiguen el sueño americano. No está de más advertir que el movimiento de las caravanas que se repiten continuamente de guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, cubanos, incluso hasta africanos, es en parte por escapar de la pobreza y violencia que sufren en sus países de origen.

A México le corresponde, por ubicación geográfica, ser el vecino del país que se ha convertido en la tierra prometida para todos los desplazados, sin hacer a un lado los miles de mexicanos que buscan ese mismo sueño, es precisamente lo que al presidente de Estados Unidos le irrita, que lleguen en inmensas masas a solicitar asilo con la intención de quedarse a vivir y trabajar ahí, en donde el nivel de vida supera por mucho al de las naciones latinoamericanas y otras del orbe.

Es uno de los motivos por el que Trump ha insistido hasta el cansancio con la construcción de un muro fronterizo con México, para evitar el ingreso de los miles de indocumentados que pretenden llegar a como dé lugar a su territorio. Ahora, parece que la política migratoria que había adoptado el gobierno de López Obrador desde el inicio de su administración, no cumplía con lo que aquél quería, las señales fueron muchas y las respuestas fueron contrarias a ese deseo. El ofrecimiento de destinar recursos para impulsar el desarrollo de la zona centro del continente con su apoyo no fue muy de su agrado.

La reacción del pelirojo dejo frío al presidente López Obrador, ya que determinó que en el caso de no cerrar la frontera sur con Guatemala se empezaría a aplicar el injusto arancel ya referido. Esto obligó al obcecado tabasqueño a recular en su postura, que había sido la de abrir la puerta de México a los migrantes, a los que se les ofrecía respeto a sus derechos humanos, trabajo, apoyo, fiestas de cumpleaños, carreras de costales y todo lo que necesitaran, y que fue lo que en realidad multiplicó el fenómeno de migración al circular la voz de que México sería un paso seguro.

Parece que ahora las cosas deberán acomodarse de diferente manera, pese a que el originario de macuspana armó un teatro con mitin y todo, ¿cuál fue el logro? La determinación surgió de un solo lado, y la condición fue clara, cerrar la frontera y hacer de México un muro virtual. Esto deja un mal precedente, por donde se le vea.

Entonces ¿cuáles podrían ser los elementos con los que el gobierno mexicano podría hacer frente a las amenazas? El representante de nuestro país, el canciller Marcelo Ebrard ha dicho que se logró separar el tema migratorio del económico, que por el momento no se aplicará de forma indefinida el arancel del 5% que materialmente sería un desastre para los mexicanos, en cuanto al deseo de que México sea un tercer país seguro por el momento no fue aceptado, porque además requiere para su aprobación de la intervención del Congreso, pero sí se ofreció fortalecer la frontera sur con la Guardia Nacional.

Sin embargo, y pese a los esfuerzos del Canciller Ebrard, el gobierno estadounidense dictó un término de 90 días para que se cumpla con lo que se ha solicitado, con un corte a los 45 para saber cómo van con el tema encargado, esto, sin dejar de lado que la revisión se hará a diario, porque “indefinido” es una clara señal de que en cualquier momento puede cambiar la decisión, entonces en resumen, México no tiene cómo hacer frente a la amenaza del gobierno de Trump, o cumple, o cumple, no cuenta por el momento con armas en su favor.

Por ende, la diplomacia mexicana, ha quedado a la merced del magnate americano, que todo lo arregla de esa manera, mientras tanto México responde con un ¿mitin? Que si bien le ha servido a López Obrador para sus alcances políticos en este país, es inútil cuando se trata de política exterior.

El fondo del acuerdo al que llegaron ambos países se dará a conocer de a poco, por algo será, y tal vez todo empiece a descubrirse desde el vecino del norte, por lo que habría que estar muy atentos a la información que surja de ese lado.

Viendo la forma en la que el gobierno mexicano se apura para cumplir con lo ordenado, sería bueno pedirle a Donald Trump que utilice esa fuerza y control para que le diga a su homólogo en la próxima que continúe con la obra del aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco, tal vez así se reanude, por seguridad de México, claro.

Es incomprensible cómo de los diferentes sectores de la sociedad mexicana, aplaudan un acuerdo arrebatado por la fuerza a los mexicanos, que tal vez el único beneficio sea que no se aplicaron los aranceles por el momento, y que en realidad nada tiene que ver con la migración, y es a todas luces un descarado soborno, una atropello al aún actual tratado con Estados Unidos y Canadá.

¿Qué aplauden?

 

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio