Desde hace algunos años se puede escuchar o leer con frecuencia, en las noticias, que los bancos centrales están bajando los tipos de interés, tanto aún, que éstos pueden llegar a ser negativos. El porqué es sencillo, los bancos centrales quieren que el dinero circule, no que se quede guardado. Esto supone que los que piden prestado al banco central, cuando tengan que devolver el crédito, no tendrán que pagar más de lo pedido sino menos de lo prestado.
Por ejemplo, un banco privado pide al banco central 10 millones de pesos y el tipo de interés es de -0,20%. Pues bien, el banco privado deberá devolver los 10 millones de pesos menos 0,20%. Es decir, el banco central paga por prestar dinero. Esto lo hacen para que la economía se reactive y vuelvan a fluir los créditos a particulares; sin embargo, los inversores arriesgan más a la hora de comprar acciones.
Esto significa un problema, ya que hay que tener en cuenta que los tipos de interés negativos hacen que el dinero pierda valor y, al mismo tiempo, puede dificultar el crédito a los bancos porque no es rentable para el banco central prestarles dinero.
Luego entonces, al ofrecer créditos a tasas muy bajas o negativas, el mercado se inunda de dinero pero los bancos se descapitalizan y el riesgo de morosidad sigue latente, por lo que pueden perder dinero al prestar a sus clientes y, para evitarlo, aumentan las comisiones intentando seguir obteniendo beneficios. Lo que se debe tener claro es que se trata de una anomalía económica que genera exceso de liquidez, debilidad económica y baja inflación.
No obstante todo lo anterior, esta semana el BCE anunció que seguirá con la actual política de represión financiera, desestimulando el ahorro para facilitar una financiación barata, tanto al sector público como al privado, con tipos de interés negativos o a nivel de cero y compras de deuda pública y privada.
Por su parte, la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, redujo hace unas semanas los tipos de interés a la tasa de paro, llegando a alcanzar la más baja en casi medio siglo.
El economista Kenneth Rogoff, ex economista-jefe del FMI y profesor en Harvard, recientemente proponía básicamente una política monetaria de tipos de interés negativos ‘efectiva’. Es decir, el mundo entero gira en el mismo sentido.
El porqué ya lo sabemos, como medida de prevención ante la inminente recesión que cada vez se ve más cercana. Y lo único que nos queda es esperar que como medida preventiva, funcione.
i) https://www.vivus.es/blog/prestamopedia/que-son-tipos-de-interes-negativos/
ii) https://es.weforum.org/agenda/2019/09/llega-la-moderna-teoria-monetaria/
