La más simple definición de Derecho describe, a esta ciencia, como un conjunto de normas jurídicas creadas para regir la vida del hombre en sociedad. Esto quiere decir que la vida social debe ser controlada por la norma jurídica para el respeto a los derechos de cada individuo y al bien común.
Hablando de la norma jurídica, después de que el ser humano pasó por varias etapas históricas, en las que se establecieron métodos diversos para no permitir que las conductas antisociales afectaran a los individuos, y al perfeccionarse el Derecho, se crea la norma penal, con una visión punitiva, o sea, para castigar a quienes cometan delitos y afecten la esfera legal de los demás.
Debemos recalcar la visión punitiva de castigo, del Derecho Penal, por que a través del tiempo, y sobre todo en la actualidad, ésta se ha perdido; transitamos de este efecto punitivo al restaurativo, es más fácil buscar una forma de restaurar el daño que el castigo.
Es cierto que La Paz Social se puede lograr de manera más inmediata con la mediación y hasta con la reparación del daño, pero, ¿hasta dónde estos medios alternativos pueden abonar para la reinserción social? ¿hasta dónde logran en la conciencia del delincuente un cambio de paradigmas? o ¿hasta dónde satisfacen la necesidad de justicia de la víctima del delito? Creo que deberíamos hacer un análisis más profundo de estos temas para establecer medidas como parte de la solución de conflictos, sobre todo, en la comisión de ilícitos.
Es comprensible que la mediación funcione en los desacuerdos, en muchas materias del derecho o en conflictos sociales que no dejan una huella permanente en el ciudadano, por la afectación a los bienes más importantes de cada uno: la propiedad, la libertad, la vida etc., como sucede con las víctimas de delitos, aún si éstos son cometidos sin violencia.
En fin, estimados lectores, podríamos llenar varias columnas hablando de la importancia del castigo a los delitos y de por qué su relajamiento ha abonado de manera importante en la seguridad pública. Y si vamos más allá y analizamos con detenimiento la nueva Ley de Amnistía, veremos que en la cultura jurídica de nuestro país, se ha vuelto más importante el perdonar que el castigar a los infractores, pasando, sin miramientos, por encima de los derechos de las víctimas. Y este tema lo analizaremos a fondo en las siguientes columnas.
Por cierto: Nuevamente la Secretaria de Gobernación demuestra muy poca sensibilidad, ¿o será que Sánchez Cordero debe hacer efectiva su jubilación, al referirse a la matanza de policías en Michoacán como un fenómeno normal en nuestro país?