La ciudad de Copenhague, Dinamarca, fue sede de La Cumbre Mundial de Alcaldes C40 (“World Mayors Summit”). Líderes de 94 ciudades de todo el mundo se reunieron para tomar medidas climáticas audaces para un futuro sostenible, más saludable, resiliente e inclusivo.
Del 9 al 12 de Octubre, grandes ciudades de las urbes más importantes del mundo se comprometieron para acelerar acciones en favor de la reducción de las emisiones de carbono y el cambio climático. Resulta fundamental que los líderes o representantes de estas ciudades estén presentes en este tipo de eventos, ya que la mitad de la humanidad vive en ciudades y una amplia proporción de los gases, que contribuyen al calentamiento del planeta, proviene de ellas.
Uno de los objetivos principales de la cumbre fue la construcción de una coalición de ciudades, empresas y ciudadanos, para que se sumen de manera común a trabajar en favor de políticas, ideas y proyectos encaminados a mejorar nuestras condiciones climáticas.
Cinco fueron los compromisos que asumieron los líderes, empresarios, científicos y activistas que acudieron. El primero, encaminado a un “Nuevo pacto verde”, que pretende que estas ciudades firmantes no permitan que la temperatura global supere los 1.5 grados Celsius, reduciendo emisiones contaminantes en sectores como el transporte, la industria, la construcción y el tratamiento de los residuos.
El segundo compromiso fue asumido por 14 ciudades, pretendiendo estimular una dieta más saludable y sostenida, reduciendo desperdicios e impulsando productos orgánicos y nutritivos.
El siguiente compromiso adquirido busca mejorar la calidad del aire, reconociendo que respirar aire puro es un derecho humano, promoviendo la expansión de transportes con bajas o cero emisiones; combustibles orgánicos para las calefacciones y el uso de medios de transporte como la bicicleta.
El cuarto compromiso impulsa a la regulación y políticas de construcciones limpias, mejorando la eficiencia en diseño de materiales; sustituyendo materiales con altas emisiones por madera sostenible y usando cemento bajo en emisiones y reutilizando componentes.
Y el quinto, y último compromiso, invita a las ciudades miembro a colaborar con jóvenes activistas creando una iniciativa global para la juventud, con el objetivo de impulsar de manera coordinada el nuevo pacto verde.
Una gran tarea es la que tenemos todos; sin embargo, es necesario poner énfasis en tópicos tan trascendentales para no seguir contaminando nuestras ciudades, la buena gestión de los residuos sólidos, un transporte eficiente, no contaminante y al alcance de todos, el comer menos carne para incidir de manera directa en las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La participación ciudadana de los jóvenes, quienes con su energía e ímpetu sabrán participar como activistas ambientales, la implementación de nuevas tecnologías verdes pero, sobre todo, la voluntad política y el compromiso de los líderes que nos representan en las distintas ciudades del mundo. Solamente de esta manera lograremos cumplir con los acuerdos que se han generado.