En publicaciones anteriores he hablado de los impactos que genera el calentamiento global: los acuerdos internacionales, donde los países se comprometen para reducir las emisiones de carbono; las innovaciones y avances tecnológicos que se están aplicando en favor del medio ambiente; la importante participación de la sociedad civil, el sector privado, y la tan necesaria voluntad política de los líderes para el cumplimiento de los objetivos planteados.
Sin embargo, uno de los temas que preocupan a muchos jóvenes, y no tan jóvenes, es el comportamiento de los animales y su adaptación al hábitat en el que normalmente viven; esto después del rompimiento de equilibrios y el desorden ecológico derivado del calentamiento global y la contaminación.
Es alarmante saber que de esta generación, y de lo que hagamos en los próximos 10 años, dependerá la vida de un millón de especies que están a punto de desaparecer.
Indignante ver como miles de especies marinas mueren diariamente por la contaminación de sus entornos naturales. Cómo los cetáceos, al alimentarse, consumen grandes cantidades de basura que se encuentra en el mar provocándoles la muerte. Cómo los delfines prefieren vararse voluntariamente, ya sea por las enfermedades adquiridas por substancias vertidas en los océanos o por la contaminación acústica (fuertes ruidos artificiales en el mar), que hace que se desorienten y les provoque sordera o la pérdida de la vida.
Las aves también se encuentran amenazadas por diferentes causas ligadas a la contaminación. Tal es el caso de la emblemática águila real, especie que se encuentra plasmada en nuestra bandera nacional y que, al día de hoy, ha sido declarada como especie en riesgo, al solo haber 156 parejas, según datos del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza.
Parte de los esfuerzos internacionales por proteger la biodiversidad, que va ligada con el cambio climático y los efectos en el desequilibrio de sus hábitats, buscan parar esta gran problemática que afecta a los animales. La comunidad científica y los líderes de distintos países están trabajando en la revisión de los acuerdos que fueron generados en la COP 14 de Biodiversidad, rumbo a la COP 15, que se celebrará en China en 2020, con el tema “Civilización ecológica: Construyendo un futuro compartido para toda la vida en la Tierra”, donde se analizará el marco de biodiversidad global posterior al 2020 y se determinarán los nuevos objetivos de biodiversidad hacia 2030, a fin de evitar la pérdida de biodiversidad en el planeta.
Pero lo cierto es que todos deberíamos estar actuando para proteger la biodiversidad y que las próximas generaciones puedan disfrutar de la belleza de estos animales.
Debemos de hacer conciencia de cada una de nuestras actuaciones, teniendo en mente que los humanos no somos los únicos seres vivientes de este mundo, existen miles de especies que están siendo afectadas de manera directa por el consumismo e irresponsabilidad. Es momento de actuar y que cada uno de nosotros, de manera individual o colectiva, hagamos algo en favor de preservar la biodiversidad, pensando siempre en la protección de los animales, de manera sostenible. ¿Cómo lo podemos hacer? Mejorando nuestros hábitos y cuidando nuestro entorno.