Después de los festejos de su informe del primero de diciembre, al siguiente día durante una de sus charlas mañaneras, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que hay gobernadores que no se levantan temprano para atender el problema de la seguridad.
Lo anterior, al ser cuestionado respecto del enfrentamiento ocurrido en Villa Unión, Coahuila, que arrojó 21 muertos. Y sentenció; que en unos días se presentará un informe de seguridad detallado por Estado, para dar a conocer qué gobernadores cumplen en esta materia.
Para el tabasqueño, resulta importante informar lo que sucede en cada entidad federativa, porque dice: “…hay autoridades locales que se aplican, que están así como nosotros, todas las mañanas” y pone de ejemplo, desde luego y faltaba más, a la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
El mandatario cree en verdad que el problema de la inseguridad se va a resolver con reuniones que exige se hagan todos los días muy temprano, para que los ejecutivos estatales se enteren del parte de novedades, ya que con ello, presume, se atiende personalmente el problema.
Por lo anterior, recrimina López a los gobernadores que no se levantan temprano como lo hace él, para asistir a la reunión matutina del gabinete de seguridad de sus estados y amenazó con exhibirlos, como lo ha hecho costumbre en sus mañaneras, cuando se convierte en juez en contra de quien él elige.
Así lo viene haciendo con sus adversarios, o con los periodistas que no se portan bien, y que no son sus enemigos, sino sus adversarios (¿?), en fin, lo hace en contra de quien no comulga con su forma de pensar, sea quien sea.
En esta ocasión serán los gobernadores los que colocará al centro de la discusión para ser señalados y acusados por la inseguridad, y por supuesto, con esto pretende desmarcarse de una parte muy importante de su responsabilidad, muy cómodo para el originario de Macuspana.
El caso es que con los recortes presupuestales que enfrentarán los gobernadores el próximo año, sumarán más tareas por atender, entre ellas; resolver la forma de enfrentar el presupuesto de sus entidades, vía nuevos impuestos o el aumento de los existentes, así como el de la seguridad, entre muchos otros, sólo que el presidente pretende olvidar que es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, y los estados dependen mucho del apoyo federal porque gran parte de los delitos que han salido de control, son del fuero federal.
Pero hay algo que debe observarse; el presidente es renuente en aceptar que de nada sirve levantarse temprano todos los días para reunirse con su gabinete de seguridad y escuchar, o darse por enterado del parte correspondiente, no repara en que eso no ayuda en mucho, o en nada.
Lo que sí ha dejado de manifiesto la cruda realidad, es que enterarse del reporte todos los días no cambia mucho, la tendencia se mantiene a la alza y preocupa que parece que no hay ese punto de inflexión que tanto se desea, para guardar la esperanza de que las cosas empezarán por detenerse para después ir mejorando paulatinamente, sino todo lo contrario.
El número de homicidios amenaza con arrojar cifras históricas, de hecho, las mediciones que ha dado a conocer el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública así lo han referido, sin embargo, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dice que hay que esperar el fin del año, tal vez espere un milagro.
La reuniones del presidente con su gabinete de seguridad no han sido eficaces, ¿para qué entonces exigir lo imiten los gobernadores?, pongamos de ejemplo el asunto de Ovidio Guzmán, del que sí se entero, pero después dijo que esas cosas no se las dicen, y que la mentira que te eché, el problema es que fue todo un fracaso; ¿cuál es la conveniencia de asistir a esas reuniones de seguridad si todo parece empeorar?
Máxime que el ejemplo que ha dado Lopez Obrador no es precisamente como para recomendarse seguir, porque en ese caso y si se ajustan a la frase “Si la palabra convence, el ejemplo arrastra” habría qué preguntarle, ¿en cuál de los hechos, en los que su presencia ha sido requerida para atenderse, se ha presentado?
El tabasqueño ha preferido el béisbol o viajar a atender sus mítines, o cualquier otra cosa que le parecen más importantes, antes que atender personalmente a los afectados de las masacres que ha habido en el país, bueno, ni siquiera se dignó en viajar a Puebla cuando ocurrió el fallecimiento de la gobernadora Martha Érika Alonso y su esposo Rafael Moreno Valle.
¿Es ese el ejemplo que los gobernadores deben seguir? Porque de ser así, no habrá diferencia con lo que ahora sucede en el nivel federal.
La verdad es que levantarse temprano ha demostrado que no ayuda a nadie, menos a la estrategia de la nueva administración, los índices se los echa en cara, y ahora quiere el mandatario que todos los gobernadores, al igual que él, pierdan el tiempo de la misma manera, cuando lo más importante es fortalecer a las entidades federativas con la Guardia Nacional que para eso fue creada, no para perseguir migrantes.
López Obrador pierde la brújula, y ahora se concentra en culpar a los gobernadores de los Estados, ¿alguien le habrá dicho que los que mayores faltas acusan en este tema son los de su propio partido?, y por supuesto, la flamante jefa de gobierno de la Ciudad de México también demuestra que las reuniones matutinas son ineficientes.
No, desmañanarse para con eso decir que se atiende la seguridad, no beneficia a los ciudadanos, y aún falta un año más para que se vean los beneficios de una inexistente estrategia que luce por su ausencia.