En la Secretaría de Movilidad del Estado de México se está analizando un ajuste a la tarifa del transporte público, la cual entraría en vigor a partir del 2020, el aumento podría ser de hasta 45%, según lo dio a conocer el secretario Raymundo Martínez Carbajal.
Lo anterior, es el resultado del reclamo del sector transportista por las condiciones, según señalan, del aumento que han tenido que enfrentar del costo de los insumos y combustibles, que lejos de bajar, han observado incremento.
Por lo anterior, los empresarios del transporte han solicitado al secretario de Movilidad ordene que se revisen las condiciones en las que operan y prestan el servicio a la ciudadanía, ya que no se ha hecho una revisión a fondo de la tarifa desde septiembre de 2017 que pasó de 8 a 10 pesos, y actualmente se mantiene la misma.
El aumento que reclaman los transportistas no es nada nuevo, éste se ha dado a través de los años, y hoy viene a cuentas cuando el precio de los insumos y combustibles sufren incrementos, y hacen la observación que se ven perjudicados por estas condiciones, por lo que piden una actualización para no perder, y que el negocio siga siendo redituable.
Al mismo tiempo de la solicitud de revisión que hacen los transportistas, normalmente se comprometen a mejorar las unidades, así como de colocar equipo requerido, enviar a sus operadores a cursos intensivos de buen comportamiento y hasta de servicio a la comunidad, ¡sí claro!
Pero, habría que preguntarle a los usuarios si en algún momento han notado un cambio de conducta en los operadores de las unidades del servicio público, aunque, como en todo, hay sus excepciones, pero desafortunadamente la gran mayoría dejan mucho que desear y son objeto de sentidas quejas de los ciudadanos que tienen la necesidad de usar este tipo de transporte.
En relación a lo que pide el sector, es el Instituto del Transporte el encargado de llevar a cabo el estudio correspondiente, para que sea éste el que diga si es adecuado o no el aumento que se reclama, pues así como se debe hacer un estudio profundo en el que se analiza el requerimiento de los empresarios, también se observa el de los usuarios.
El enfoque que debe observarse, parte de la necesidad de la población para llevar a cabo sus actividades y poner énfasis en la relación costo-beneficio, porque el impacto económico de los usuarios se resiente cuando más alejado se encuentra su domicilio. De acuerdo con el Índice de Movilidad Urbana del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) En muchas ciudades del país, una gran parte de la población vive en zonas remotas, provocando que su gasto en transporte aumente.
A nivel nacional, el gasto para el uso del transporte público representa el 19% del gasto total de los hogares, lo que equivale a un promedio de mil 815 pesos mensuales. Este porcentaje es el más alto entre los países del G20, donde Canadá presenta un gasto del 16% del ingreso total, la Unión Europea del 13% y Estados Unidos del 10%. Aunque puede llegar a ser hasta 18% mayor para aquellos habitantes de zonas alejadas de los centros urbanos.
Con lo anterior, se expone a la población más pobre a las peores condiciones económicas y de inseguridad, porque la mayoría de los robos en el transporte público son efectuados en microbuses que funcionan bajo el esquema de concesión hombre camión. Es decir, es transporte poco estructurado y poco profesionalizado que tiene mayor presencia en zonas periféricas donde no hay metro ni metrobús.
Según la última encuesta Origen Destino de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), este tipo de transporte no estructurado mueve diariamente a poco más de 6 millones de personas, una cantidad mayor a la que mueven los autos (3.2 millones) o el metro (2.4 millones). En promedio, se llevan a cabo 11.5 millones de viajes diarios en transporte colectivo tipo microbús. Esto representa el 74% del total de viajes en el transporte público.
A las cifras que arroja el IMCO se debe considerar además que aún falta mucho para contar con un sistema integrado, en el que intervenga un diseño estructural urbano que dé facilidades a la movilidad de las zonas urbanas en beneficio de la competitividad.
De la zona conurbada del Valle de Toluca se llevó a cabo un estudio sobre ordenamiento vial de las rutas que prestan este servicio, en donde la propuesta era, en principio, que las rutas no coincidieran una con otra, privilegiando caminar y otro tipo de movilidad, pero el proyecto se perdió en perjuicio de la ciudad.
Refiere el secretario Martínez Carbajal que existen encuestas que señalan que los usuarios están dispuestos a pagar hasta 25% más, si les garantizan un asiento, incluso hasta 50%, si reducen sus tiempos de recorrido.
Es inminente el aumento a la tarifa refiere el secretario de Movilidad, pero aún no se conoce de un aumento sustancial al salario de quienes utilizan el servicio, así que, esperemos a inicios del año próximo para que con la cruda de las fiestas decembrinas y la cuesta de enero, la manera en la que recibirán las familias mexiquenses el impacto a la desgastada economía familiar.