“Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales”. Luis Donaldo Colosio Murrieta
El tan anunciado y polemizado día llegó, el pasado lunes 9 de marzo el paro nacional de mujeres se dejó sentir con todo su peso como era de esperarse, como debía ser, se sintió después de un domingo con la marcha más grande en la historia de México por el día de la mujer; se sintió de tal forma que se sintieron ausencias, se sumaron empresas, se entendió que tenía que ser así porque no hay otra forma, no hay otra forma cuando las instituciones y el Estado claudican ante el crimen y sus organizaciones, cuando a la cabeza solo se cosecha indiferencia; se sintió por qué la economía, que también lo sintió, se paralizó.
Ese glorioso día le costó a la economía nacional cerca de 38 miles de millones de pesos (mmdp), pero el resultado se logró, se volteó a ver la fuerte participación de la mujer en la vida económica y social de México, se exigió, una vez más, de parte de las autoridades de todos los órdenes de gobierno justicia y resultados, se les pidió que hagan su trabajo, ese por el cual reciben del erario un salario el cual, por cierto, sale de las contribuciones de todas y todos los ciudadanos.
38 mil millones de pesos que, de ser necesario, se volverán a perder sin miramientos ni tocamientos, así como las están matando. 38 mmdp que solo corresponden al sector formal, que si hacemos una aproximación desde los supuestos de que la economía informal representa cerca del 40% del PIB y a su vez el 75% de los trabajadores informales son mujeres el dato se va por los cielos, al situarse cerca de los 68 mmdp. No significan nada si logramos entender el mensaje del efecto multiplicador si un día de la nada desaparecen.
Lamentablemente no todas pudieron unirse, la primera dama por que no la dejaron, las titulares de las secretarías de estado y algunas instituciones gubernamentales por que siguieron apoyando y defendiendo a su Führer, o por que así se les ordenó. Otras, la inmensa mayoría por que no tienen la garantía de un salario (trabajadoras informales) para quienes un día en paro significa ver mermados sus ingresos y los de su familia, significa no tener para llevar alimento a la boca de sus hijos, pero ellas nos mostraron otra parte del estudio, sus ganancias se cayeron casi el 60% ese día. Otras por que las amedrentaron con despido o descontarles el día, y algunas, incluso así pararon, mi apoyo y reconocimiento a todas ellas, a todas las mujeres, y mi mas profundo respeto a las que desafortunadamente ya no están, pero que fueron la guía y el motor para que esto fuera posible.
Las reacciones en los diferentes ordenes de gobierno fueron diferentes niveles de gobierno, no se hicieron esperar, para bien y tristemente también para mal, desde el Alcalde de Cintalapa, Chiapas; la Jefa de Gobierno Capitalino que mandó bloquear con rejas las inmediaciones del Zócalo capitalino a fin de evitar la llegada de algunas de las manifestantes que ante el temor de alguna represión como en las épocas del máximo nivel del presidencialismo, Claudia no entiende que es la Jefa de Gobierno no una regente, y ni en esos tiempos hubo un acto parecido, es la cabeza de un Estado Libre y Soberano, ganó una elección no la impuso el presidente, aunque con su actitud eso pareciera. En los órganos de la federación la titular de la Función Pública dando la espalda a las de su género inició carpetas de investigación y expedientes a aquellas trabajadoras que no acudieron a la jornada laboral de ese día, lo que le valió el calificativo de terrorista.
En Palacio, el presidente parece no entender ni social, ni moral, ni políticamente lo que su posicionamiento frente al feminismo limpio le implica. Decepcionante, por decir lo menos, es que un Jefe de Estado compare y critique a la prensa “que la cobertura que se le dio a la marcha y al paro, fue mucho mayor que cuando él hacia sus mítines”, de verdad Sr. Presidente ¿no se ha dado cuenta que ya no está en campaña, que es el titular constitucional del poder ejecutivo? ¿Qué tiene que gobernar para todas y todos los mexicanos? Debe de cumplir su juramento de guardar y hacer guardar la Constitución, pero no ha logrado ni cumplir con el artículo 1 de esta, del 27 ya mejor ni hablamos, o, ¿solo tienen derechos humanos sus amigos, sus iguales idearios como Evo, pero no sus compatriotas?
¿Será acaso el ocaso del sexenio de López Obrador y pasará a la historia como el Presidente que nunca pudo ser Presidente aun ganando las elecciones? De eso queridos amigos hablaremos en nuestro siguiente número.
* Enlace Administrativo de la Coordinación del Posgrado en Derecho de la UNAM
Profesor en la Facultad de Economía
